¿Se acuerdan de aquel Mariano Rajoy (en la imagen junto a su equipo de Gobierno) que llevaba a los tribunales el homomonio de Zapatero y que  pedía regularizar las uniones del mismo sexo pero no elevarla al rango de matrimonio

Sí era una postura tibia (el homomonio no es una cuestión de palabras, es mucho más), pero, al menos, tenía su lógica. De eso hace 9 años. Hoy, viernes16 de mayo de 2014, el Gobierno acaba de lanzar un manifiesto donde se postula por la "igualdad y contra la discriminación por causa de orientación sexual e identidad de género y la transfobia".

Mariano, príncipe, te has tragado toda la chifladura del lobby homosexual en un lapso corto.

Querido presidente: no existe la identidad de género. Existe el sexo y la condición sexual de hombre y mujer. No es una orientación ni una elección, nos viene impuesta por la naturaleza: nadie nace homosexual, se nace hombre o se nace mujer. El homo se hace, a costa de degenerar. Si a esa degeneración le queremos llamar orientación, es otra cosa.

Y luego está lo de la transfobia. Al parecer, don Mariano está dispuesto a luchar contra quienes se colocan los éstos o se colocan las éstas. Es lo que se llama orientación con bisturí, apenas forzada. Y eso sí, pagada a escote por todos.

El PP está que lo tira. Se ha sumado a la corriente que ha dignificado algo tan poco digno como la homosexualidad. ¿Y saben quiénes son los principales perdedores de esta macedonia mental: los homosexuales. Les ha costado la salida hacia la libertad.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com