El comisario europeo de Economía, Olli Rehn, insiste en que nuestro país debe cumplir las metas, pero no recomienda nuevas medidas
Sin más ajustes, lo única salida son las subidas de impuestos.
Funcas había previsto que el crecimiento para 2012 será del 1,5% y no del 2,3% que espera el Gobierno; el Banco en España coincidía con ese porcentaje y el FMI lo situaba en el 1,6%. Ahora ha sido la Comisión Europea la que ha señalado que España no crecerá lo esperado y que eso afectará a su objetivo de cumplir con el déficit previsto. Según el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, nuestro país alcanzará el 6,3% de déficit en 2011 y el 5,3% en 2012, lejos del 6% y el 4,4% previsto por el Gobierno.

 

Aunque Olli Rehn no ha querido recomendar directamente que España debe poner en marcha nuevas medidas –lo que la ministra de economía ha negado por activa y por pasiva en los últimos meses-, lo cierto es que es las palabras del comisario no dejan espacio a otra interpretación: "España se ha comprometido a su objetivo de déficit fiscal y debe alcanzar ese déficit. Es una piedra angular de la estrategia económica de España, que ha funcionado y ha ayudado a España a desacoplarse de los tres países con problemas". O sea, que o se cumplen las expectativas, poniendo en práctica nuevas medidas, o nos volveremos a acoplar a los países con dificultades: Grecia, Portugal e Irlanda.

Pero como el Gobierno no quiere nuevos ajustes, la única herramienta que les queda es la vía de los impuestos y como ya se ha informado desde Hispanidad, los impuestos en los carburantes. Parece que la solución, como ocurre casi siempre, es que los españoles se encarguen de pagar los desaguisados que organizan los políticos que dirigen al país.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com