Sr. Director:

Uno de los chistes mas populares que cuenta su haber el particular humorista Chiquito de la Calzada y que acabó convirtiéndose en todo un clásico es el del concejal de Cuenca, un personaje que fue detenido en Madrid por la Guardia civil por una infracción de trafico.

El hombre, sobrevalorando su posición se dirigía a los agentes y a sus superiores diciéndoles una y otra vez "usted se calla que usted no sabe quien soy yo", sembrando el desconcierto entre estos. La conclusión final del chiste era que ser concejal de Cuenca, era "un mojón" tanto en Madrid como en Cuenca.

Púes así, como un mojón es como ha quedado Adolfo Martín, concejal de Tráfico y Hacienda  del Ayuntamiento de Huercal de Almería (PP-GRINP) tras ser detenido por agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local del municipio mientras conducía bajo los efectos de una ingesta alcohólica importante, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás.

Como le pasaba al concejal de Cuenca, este parece ser del tipo de políticos que entiende que el cargo está por delante de la persona y en vez de callarse y acepta su responsabilidad con sus consecuencias, forzó una discusión con los agentes a los que advirtió que él no era un ciudadano mas, que al día siguiente él era el concejal, solo le faltó decir aquello de "usted se calla, que usted no sabe quien soy". Para colmo, insistía en seguir su marcha a pesar de no estar en condiciones de conducir.

Aunque no es la primera vez que vemos una noticia en la que un responsable de un área comete una infracción contra la que supuestamente lucha, estos hechos han transcendido a los medios nacionales y Huercal de Almería ha sido actualidad no por otros motivos, como podríamos desear, sino por algo tan patético como esto. Flaco  favor le ha hecho el concejal  al prestigio del municipio.

El Alcalde Juan José López de las Heras (PP) restó importancia al incidente porque, según él, la tasa de alcoholemia no era muy elevada alegando que todos somos humanos y podemos cometer un error, algo que tendría que haber pensado el edil antes de increpar a los agentes que cumplían con su obligación queriendo  situarse por encima de la ley por el hecho de tener un cargo publico y sentirse por encima del resto de los humanos y ciudadanos de a pie.

Pese a que edil presentó su dimisión como responsable de tráfico, mantendrá sus responsabilidades en Hacienda, con su correspondiente liberación, cobrando íntegramente sus retribuciones. O sea que como premio tendrá menos responsabilidades  pero igual salario.

Mal empezamos cuando esta es la actitud y reacción de los responsables del Ayuntamiento de Huercal, que deberían de  mirar los problemas de frente y asumir con dignidad su responsabilidad. Por simple coherencia tras probarse los hechos y ser condenado en el juzgado como así ha sido, el señor concejal debía haber dimitido y volver a ser "un ciudadano mas", ya que el cree que ahora no lo es.

 

Emiliano Domene