Sr. Director:
En el caso Asturias no se quién es el culpable de la crisis, si Álvarez Cascos, el PP asturiano o los dos, lo que sí se ha demostrado es que Cascos, encastillado en su exigua minoría, ha sido incapaz de llegar a acuerdos de gobernabilidad con el PP y víctima de sus propios humores, Álvarez-Cascos no ha tenido más remedio que convocar elecciones anticipadas para el 25 de marzo, tras sólo ocho meses de gobierno estéril y ante la imposibilidad de sacar adelante los Presupuestos.

 

Los asturianos deben tomar buena nota de este fracaso. Los personalismos y las rencillas tribales no conducen más que al desastre. Cascos debería reflexionar sobre ello. Y a los dirigentes del PP también les convendría replantear sus posiciones.

JD Mez Madrid