Sr. Director:

Doña Trinidad, haga algo beneficioso antes de marcharse. Usted que es una mujer de armas tomá ¡Podría conseguirlo! Nos dejaría un buen recuerdo y Asia se lo merece.

 

¿Sabe que ha pasado un año y Asia Bibi que fue condenada a muerte, aún espera a que el Tribunal Superior de la ciudad de Lahore, en Pakistán, resuelva la demanda que podría salvarla de morir en la horca? La repugnante ley contra la blasfemia, utilizada para someter y extorsionar a las minorías religiosas, ha colocado a esta mujer al borde de la muerte.

La entereza con la que esta mujer y su marido han afrontado las injusticias que inflige la ley de la blasfemia debería ser un aguijón clavado en la conciencia de los Gobiernos y organismos de derechos civiles de todo el mundo libre.

Pienso que sería una brillante oportunidad para usted tan partidaria de la Alianza de Civilizaciones y, aún en los pocos días que le queda como mandataria de esta cartera viajara a Pakistán con el fin de conseguir el indulto de Asia.

Con la misma entereza con la que esta mujer está afrontando una injusticia, con esa misma entereza puede usted defenderla.

Rita Villena