Sr. Director:

Al llegar el mes de mayo nada puede sujetarla, su alma y la mía vuelan como dos Rosas del viento hacia el pueblo de Garrucha, cuna de ambas, aunque una llegue a sus puertas y la otra queda lejana soñando que va con ella.

 

La Rosa en sus brazos lleva un niño de tez morena con ojos como el universo, la sonrisa siempre abierta a dar alegrías a quien le haga una fiesta.

Don Fulgencio, el maestro, preparaba la función y aquel "gitano tracero", que su abuela con cariño le llamaba sonriendo, con sombrero bien "plantao", cantó a una "gitanica" que era de lo más "salao", con un baile y con un arte, que al Andrés permitió estrenar el suyo encima de un escenario con un "negritos tus ojos negros, tan negros como el olvido, Mª de los Remedios,…"

Garrucha entera vibraba con aquél "Antonio Molina" que de la mano iba acompañando a su abuelo cuando de la mar a casa volvía. Cuando ya faltaba poco para arribar a su puerta salían las golondrinas que cada año volvían a criar a sus polluelos en el nido que tejieran en el techo de la entrada de la casa de mi abuelo. Le hacían mil filigranas de piruetas en el aire, con sus alas, con sus picos, y en su hombro se posaban dándoles la bienvenida…

Los sueños que ambos soñaban se llamaban libertad que es la propiedad del hombre que nadie puede arrebatarles. Nadie que tenga vergüenza, hombría y hechuras de persona, aunque tenga autoridad, pues ésta, la autoridad en España, hoy la da el pueblo y la vigilan las leyes para que no lo hieran, pero no para que abusen de ella, sino para que se respete como algo que es sagrado y así está escrito en nuestras leyes.

Sí. La libertad y la vida, cosas sagradas son. Yo maldigo a quienes la profanan y van a misa y comulgan y le cantan a la Virgen y al Señor, y antes y después le clavan las espinas y el puñal respectivamente, desatando su rencor y odio por interés político y sed insaciable de poder y buenos sueldos que de todos los bolsillos del pueblo, sin ningún pudor, sustraen.

De ese pueblo adormecido al que manejan y usan y dejan hasta sin calzones; enfrentados hermanos/as, convertido en policía secreta que persigue, cual SS, a quien piensa diferente y no se para a pensar las enseñanzas de Cristo de quererse como hermanos y, ¡qué te voy a contar! si por las venas de otros corren los mismos ríos de sangre o son las distintas ramas entroncadas en un árbol a cuya sombra de niñ@s se ponían a jugar.

Nadie como tú, "Gitano", marinero de San Fernando, garruchero porque sí, ha cantado a la Virgen del Carmen la Salve Marinera. Ni con voz más hermosa, ni con alma más buena y limpia. Ni ha llenado la monotonía diaria de tantas personas con mejor buena sombra, con mejor oficio, ni con mayor gracia.

Lo que pasa es que hemos entrado en una nueva etapa en que los R., P. ZP o Rubalcaba nos quieren terminar de hundir y que el obrero vuelva a ir con harapos y alpargatas, ya hace cola para que le den la comida del día, como los pedigüeños de antaño, sin trabajo y sin casa, mientras alegres les dan a Naciones Unidas, o a quien haga falta, para crear un empleo o pensiones millonarias cientos de millones de euros.

El dinero público no es de nadie y la tierra, dicen, es del viento. Con todo lo que está cayendo, se volvería a morir, si resucitara mi padre. Menos mal que me enseñó, junto con mi abuela y mi madre a creer en el Señor y en nuestra Virgen del Carmen, por eso, le pido por tod@s a Ella sin rencor y sin odio y, hermano, como arrieros somos sigamos en el camino con la Esperanza en el hombro y ahora recemos cantado con Fé ¡Salve Estrella de los Mares!

Isabel Caparrós Martínez