• El plan del Ejecutivo conservador asciende a los 50.000 millones de libras.
  • Se destinará principalmente a la inversión en proyectos relativos al desarrollo de infraestructuras y exportaciones.
  • La diferencia entre el Reino Unido y España: a pesar de tener más deuda que España, el Reino Unido tiene capacidad para continuar emitiendo dinero.

Está previsto que este miércoles comparezca ante la Cámara de los Comunes el ministro de Finanzas del Reino Unido -conocido como el Chancellor of the Exchequer-, George Osborne, para anunciar el plan del Gobierno del primer ministro David Cameron (en la imagen) para estimular la economía del país, plan que se presenta en pleno debate en Europa acerca de la necesidad de compaginar las medidas de ajuste para cumplir con los objetivos de déficit público, con medidas que permiten lograr el crecimiento de la economía de los países europeos.

Tal y como anuncia el diario Wall Street Journal, el plan del Ejecutivo conservador pretende estimular la economía del país a través del impulso de proyectos relativos al desarrollo de grandes infraestructuras y exportaciones, en los que el Gobierno tory planea actuar como avalista, por una cantidad máxima y nada desdeñable de 50.000 millones de libras -aproximadamente 78.000 millones de dólares-.

El objetivo principal del proyecto es favorecer la creación de empleo a través del impulso de los citados proyectos y, al mismo tiempo, canalizar el estancado flujo de crédito que permita favorecer a los emprendedores del país, quienes están contando con grandes dificultades para poder obtener la financiación necesaria para desarrollar sus planes empresariales.

Según portavoces del Gobierno británico, el plan de estímulo del Ejecutivo conservador no afectará al cumplimiento del objetivo de déficit del país, ya que como explican las fuentes gubernamentales, el plan no consiste en la inversión directa del ejecutivo en proyectos de infraestructuras -en este sentido cabe recordar el desastroso Plan E presentado por el anterior Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero-, sino que la posición del Gobierno es de avalista de dichos proyectos para que así se pueda facilitar la consecución de la financiación privada.

Mientras en España, el Gobierno de Mariano Rajoy se está enfrentando a una contestación generalizada a su plan de ajuste, que si bien supone un gran esfuerzo en materia de reducción de gasto público, no prevé ayuda alguna a los emprendedores ni medidas que favorezcan el crecimiento económico, con lo que difícilmente se podrá traducir en una creación de puestos de trabajo, al menos en el corto plazo.

No obstante, la gran diferencia entre el Reino Unido y España reside en el hecho de que a pesar de que la nación de Shakespeare cuenta con una mayor deuda pública que la española, sin embargo sí que cuenta con capacidad para continuar emitiendo dinero -lo que supone tener 'pan para hoy y hambre para mañana', pero que ha servido para que países como Estados Unidos y Reino Unido puedan solventar las dificultades económicas que les acechan- y poder financiar así planes como el presentado por parte de la Administración tory.

Gabriel López

gabriel@hispanidad.com