• Aunque desde la Vicepresidencia ya han filtrado la noticia a medios afines, hay pacto pero no resolución final.
  • En principio, el actual presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, sustituiría a Rafael Catalá y el hombre de Ana Pastor, Vázquez, iría a Renfe.
  • Se entiende que Gómez-Pomar, hombre de Javier Arenas y de consenso entre Sáenz de Santamaría y Ana Pastor deberá afrontar asuntos como las radiales o la privatización de AENA.
  • Y todo esto en un ministerio clave paras las campañas electorales.

Decíamos ayer que a la ministra de Fomento, Ana Pastor, querían colocarle como secretario de Estado, en sustitución del recién nombrado ministro de Justicia, Rafael Catalá, a Mario Garcés, actual subsecretario de fomento. Pero Pastor se ha resistido. Sabe que Garcés es el hombre en Fomento de su adversaria, la vicepresidenta del Gobierno, Sáenz de Santamaría.

Si por ella fuera, el nuevo secretario de Estado sería Pablo Vázquez. Un hombre de su confianza. Pero en Moncloa se han plantado.

Al final, parece que el elegido, por pacto más que por consenso, como número dos de Fomento, será Julio Gómez-Pomar (en la imagen), presidente de Renfe y hombre propuesto por Javier Arenas, aunque es cierto que no se ha entendido mal con la ministra.

El asunto no ha concluido, pero desde Moncloa estarían dispuestos a aceptar esta vía intermedia y, de hecho, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha filtrado a los medios el nombramiento de Gómez-Pomar como secretario de Estado y el de Pablo Vázquez como nuevo presidente de Renfe. Y Garcés se queda donde está.

Rajoy tranquilo. Si algo gusta al presidente del Gobierno es que sus subordinados compitan entre sí con tal de que jamás le pongan en solfa a él. Una táctica que puede resultar tan eficaz como peligrosa, pero es la que gusta al mandamás más del PP y del Ejecutivo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com