• La candidata socialista Silva acusa a la actual presidenta de descuidar la estabilidad económica después de que el país haya entrado en recesión técnica.
  • Pero Rousseff se defiende con datos: "Hemos sacado a 36 millones de personas de la pobreza y hemos metido a otros 42 en la clase media".
  • Aunque a juzgar por las protestas ciudadanas por el despilfarro ante el pasado Mundial de fútbol, muchos brasileños todavía no han salido de la pobreza. 
En Brasil se celebrarán elecciones presidenciales el próximo 5 de octubre. Así que están en plena campaña electoral. De hecho, se acaba de producir el segundo debate televisado, marcado esta vez por la economía.

Las protagonistas principales son la actual presidenta Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) y su principal rival, Marina Silva (Partido Socialista de Brasil), que en este momento se encuentran muy cerca en los sondeos: la segunda cuenta ya con el apoyo del 29%, frente al 34% de Rousseff. 

Brasil entró oficialmente en recesión técnica el pasado viernes, cuando el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) certificó que la economía del gigante sudamericano retrocedió un 0,6% en el segundo trimestre, lo que se suma a otra caída del 0,2% en el primero.

Por ello, Silva acusó a Rousseff de descuidar la estabilidad económica conquistada por la sociedad y que no es capaz de reconocer sus errores ni de solucionarlos.

Pero la presidenta ha llegado a decir que Brasil no está en recesión, porque en su opinión el país sigue recibiendo grandes inversiones del exterior, la Bolsa acumula beneficios y, sobre todo, no se ha afrontado la crisis internacional despidiendo a miles de trabajadores, como sí ha pasado en Europa. "Hemos sacado a 36 millones de personas de la pobreza y hemos metido a otros 42 en la clase media", ha recordado la presidenta. Aunque a juzgar por las protestas ciudadanas por el despilfarro ante el pasado Mundial de fútbol, muchos brasileños todavía no han salido de la pobreza.

Silva ha contestado a la candidata a la reelección que se equivoca con su diagnóstico de un Brasil "coloreado", porque para poder corregir los errores primero hay que reconocerlos. Además, criticó la gestión económica de la mandataria y su manejo de la petrolera estatal, Petrobras.

Recordemos que también Dilma Rousseff ha acusado a Silva de "evangélica fervorosa", después de que esta rectificase su inicial apoyo al matrimonio homosexual, contrario a la ley natural.

El debate fue transmitido por el canal SBT y también ha contado con la participación de los candidatos Eduardo Jorge (Partido Verde), Pastor Everaldo (Partido Social Cristiano), Luciana Genro (Partido Socialismo y Libertad) y Levy Fidelix (Partido Partido Renovador Trabajista Brasileño).

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com