Este dominico creador del Vía Crucis vivió los resultados de la peste que redujo la población europea en una tercera o cuarta parte y la existencia de tres Papas a la vez. Álvaro, maestro en Teología Dogmática decide, con otros, emprender la lucha para reformar la Iglesia maltrecha por el cisma. Abandona su cátedra y va a Tierra Santa. A su vuelta, le nombran prior de todos los conventos dominicos reformados en España y planta "pasos" en la sierra de Córdoba, que recuerdan los distintos sucesos de la Pasión del Señor: desde la Oración en el Huerto de Getsemaní, hasta la crucifixión en el Gólgota. Posteriormente se concretan catorce de estos "pasos" y surge el Vía Crucis. Murió el año 1430.

 

Quizá lo más característico de la espiritualidad del Beato Álvaro sea su contemplación constante de la Pasión del Señor, para la que la devoción del Vía Crucis es un medio adecuado.

 

 

 

(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:

Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.

Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre Beato Álvaro de Córdoba).

 

 

                                                                                                            Pilar Riestra