En conclusión, el Gobierno condena a los españoles a pagar un desastre bancario: 19.000 millones, más los intereses de las preferentes, más un aval sobre otros 12.000 millones de euros… que si no lo ponen los accionistas lo pondrán los contribuyentes salvar la devaluación perdida en Bolsa por todas ellas.

Por tanto, cuando venda alguna estará cobrando por segunda vez. Ingeniería contable, que le dicen.

Y el asunto no acaba ahí. A los 19.000 millones añádenle otros 12.000 millones de euros de ampliación de capital a fin de año. Si los accionistas no acuden acudirá el Estado. Si a esos más de 20.0000 millones de regalo le añaden lo que pueda aportar en la ampliación, la cifra se disparará una vez más.

Hispanidad le pregunta a Goirigolzarri cómo es posible que el Gobierno Rajoy haya aceptado algo que atenta contra su plan. Recordemos que el ministro De Guindos habló en la presentación de su segunda reforma bancaria (el Guindos II) de los tres escalones un triple camino: primero auto-saneamiento del banco en dificultades, con cargo a los accionistas de las entidades. Segundo, para los que no pudieran sanearse solos, "cocos", es decir, bonos convertibles contingentes, a un interés próximo al 10%. En tercer lugar, sólo en tercer lugar, capital puro y duro, esto es, un regalo. Pues bien, la primera en la frente: Bankia se ha saltado los dos primeros escalones y ha pasado directamente al regalo de capital y a lo bestia. ¿Cómo es posible que el Gobierno Rajoy haya aceptado el plan? Y Goiri se enfada porque considera que el pago con cargo al contribuyente constituye la única forma de sanear Bankia. Si es así, la respuesta es: que cierre Bankia: se paga a los depositantes y en paz.

En resumen, España imita a norteamericanos y británicos, la gran zona especuladora, para quienes la crisis bancaria se soluciona de la  noche a la mañana capitalizando las entidades. Hombre, eso sí, en USA y Reino Unido es el pagano, el gobierno, quien decide cuánto dinero necesita un banco para sobrevivir, no el propio presidente del banco afectado. El Gobierno le dijo a Goiri que pidiera. Y Goiri pidió. Y le dieron de todo.

Lo mejor de Goirigolzarri: no ha querido fusilar a su antecesor, Rodrigo Rato. Es más ha dicho que operó en un entorno difícil e indirectamente ha defendido su honradez. Esto es clave, cuando Rasputín Rubalcaba ha lanzado el ataque contra Bankia, porque eso significa destrozar a Rodrigo Rato, icono de la política económica del PP, Goiri ha sabido dar a cada uno lo suyo. Pero a continuación hablaré del cese de Rodrigo Rato, que pertenece a otro capítulo de esta historia.

Insisto: Goiri es buena gente, buen gestor bancario… pero con mucha cara. Con ese dinero, a lo mejor también yo saneo Bankia. El Gobierno del PP le pidió que pidiera… y Goiri pidió.