• El beneficio cae un 56%.
  • Y lo que es peor: la mora se ha disparado desde el 5,72 al 8,46%.
  • Más de 2.200 despidos dan idea de que, a pesar de las ayudas públicas, reflotar la CAM va a ser cuestión de años.
  • Atracón de acciones para el canje de preferentes y subordinadas.

Continúa el goteo de publicación de cuentas de resultados bancarios a 30 de septiembre. El jueves lo hacían Santander y Sabadell, la autodenominada cuarta entidad financiera del país, que no es otra que la presidida por Josep Oliú (en la imagen).

Para el Banco de Sabadell ha sido un difícil trimestre, pues desde el 1 de junio está "digiriendo" la integración con el Banco CAM (antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo), con todos los lastres inmobiliarios, de tamaño y gestión que esta integración aporta..., aunque también muchos fondos públicos.

A primera vista, los resultados del Sabadell ya nos empieza a dar una primera pista: el beneficio bruto del Grupo se ha situado en 90,6 millones de euros, que suponen un decrecimiento del 56,3% en tasa interanual.

A partir de esta cifra se pueden ir desgranando una serie de datos recogidos en su informe, que nos indican claramente cuán difícil le está resultando a la entidad llevar adelante la precitada integración.

Bien es verdad que datos como los recursos gestionados, inversiones crediticias y cifras de balance han crecido, por la inclusión de los saldos provenientes del Banco CAM, pero en algunos ratios el efecto ha sido negativo: ha contaminado la cuenta de resultados. Por ejemplo, la morosidad se ha situado en un 8,46%, frente al 5,72% anterior. No obstante, aún por debajo de la morosidad del sector, que ya supera el 10%.

La cobertura de insolvencias y exposición de inmuebles pasa del 4,51% al 15,70%, que sigue siendo escaso, si consideramos que el Decreto Guindos no obliga a reconocer los deterioros en la cartera de inmuebles adjudicados a 31 de diciembre. En otras palabras, de aquí a fin de año podrían aflorar nuevas provisiones que mermarían el beneficio.

La entidad ha estimado los ajustes en la cartera de créditos e inmuebles en 6.662 millones de euros y 277 más para el resto del balance, de los que el Esquema de Protección de Activos (EPA) que aporta el Estado garantizaría 3.270 millones de euros.

El Sabadell también se está ocupando de los problemas estructurales de la integración, tales como la adecuación de plantillas, para la que ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para las bajas de 1.250 empleados del banco, más 480 de sus filiales y 500 adicionales más. Asimismo, prepara el cierre de 456 oficinas. Además, ha de solucionar la difícil herencia del canje de las participaciones preferentes y obligaciones subordinadas, mediante un intercambio por acciones del banco, que le han obligado a poner en circulación 656.194 acciones nuevas y 22.000 de autocartera.

Con todo este "atracón" es normal que la última calificación, a 24 de octubre, de Moody's sea 'Ba1' con perspectiva negativa, frente a la del 30 de junio: 'BB ' estable.

No todo han de ser nubarrones. El banco saca pecho luciendo su situación favorable dentro del grupo 0 (los bancos buenos) en los Stress Test de Oliver Wyman.

Una última petición al Sabadell: por favor, la próxima vez los pequeños accionistas les agradecerán una mejor presentación de los datos, ya que las continuas comparaciones, con y sin la repercusión de la integración CAM, se hace realmente tediosa y poco ilustrativa.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com