Anuncio electoral. Aparece una madre con su hijo. La mirada de la madre es serena, sonriente, la del niño es expectante.

La voz en off nos lo cuenta: "En tiempos difíciles tenemos en quién confiar". ¿Quizás va a aparecer una imagen de Cristo? ¿Del Papa? ¿De un líder de la solidaridad y las ONG? No, aparece… Alfredo P. Rubalcaba.

La verdad es que la sensación de derrota entre los socialistas es tan deprimente que don Alfredo ya no sabe qué hacer mientras su contrincante, Mariano Rajoy, sí lo sabe: no hacer nada.

El candidato socialista se aferra a la sanidad pública pero su mente anda un tanto confusa: "Los hospitales privados se van librando de los grandes enfermos y dejándoselos a la sanidad pública", acusa. ¿Y qué? No deja de ser un gasto privado que se ahorra el Estado ¿no? El mentiroso de la izquierda cada vez desbarra más.

Por su parte, los populares lanzan a Gallardón al océano. ¿Que el Ayuntamiento de Madrid acumula casi un cuarto de la deuda municipal total de los 8.000 ayuntamientos españoles? Sí, responde el alcalde y futuro ministro, pero de esta forma hemos creado empleo. Sólo hay un problema para este mentiroso de la derecha: la deuda disparada es suya, la creación de puestos de trabajo se debe a la Comunidad de Madrid, y él sólo rige el ayuntamiento, la comunidad es cosa de su enemiga Esperanza.

Además, en la misma entrevista en Onda Cero, minutos antes, Gallardón gana las alabanzas del Gobierno popular de Aznar y del modo en que redujo la deuda pública, y en el debate a cinco bandas de Televisión española (noche del miércoles), el inefable recordó al socialista Jáuregui que cuando el PP dejó el poder el diferencial de deuda con Alemania era mínimo. ¿En qué quedamos? ¿Endeudarse es bueno o es malo? Está claro: endeudarse es bueno cuando es Gallardón quien inaugura la obra morosa y malo en el resto de los casos.

Más: España ya tiene opción verde, el ecologeta Juan López de Uralde. La policía danesa le hizo la campaña metiéndole en chirona 15 días por alterar el orden durante la Cumbre de Copenhague y ahora lidera Equo, la formación que aspira a hacerse con un diputado, según las encuestas. Ecopanteismo al canto: respeto por los animales. Salvo por el animal hombre, un depredador repugnante que no hace otra cosa que recalentar el planeta. Junto a ellos, los 'ismos' progres habituales feminismo, abortismo y homosexualismo, además de empleo verde y agricultura ecológica (una ruina de agricultura, pero muy ecológica). El problema de los ecologistas es que su modelo económico sólo funciona con subvenciones pero no dicen de dónde van a salir esas subvenciones. Pero lo importante es conseguir un diputado y que Uralde se siente en el Congreso, que le hace mucha ilusión. Bienvenido Equo. Al menos algo romperá el duopolio PP-PSOE, aún a costa de sus tontunas.

La gente no parece confiar ni en Rubalcaba, ni en Gallardón ni en Uralde. Estos comicios parecen una 'moción de confianza'.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com