Las importaciones de productos británicos en 2011 costaron 455 millones de euros en 2011

 

El Gobierno argentino continúa con sus presiones al Reino Unido para que le devuelva las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, que Londres se anexionó en 1833.

Tras la denuncia de Argentina ante Naciones Unidas de la "militarización" del Atlántico Sur por parte de Reino Unido, ahora la ministra de Industria de Argentina, Débora Giorgi, ha propuesto a un total de 20 empresas nacionales y multinacionales que importan productos de Reino Unido que los sustituyan por productos de otros países: "Es fundamental que Argentina pueda determinar quiénes son sus socios comerciales estratégicos y, en ese sentido, el Gobierno también da una señal a quienes todavía utilizan el colonialismo como forma de acceder a los recursos naturales ajenos", ha dicho la ministra.

Según datos del Gobierno argentino, entre enero y noviembre de 2011 las importaciones de productos británicos aumentaron un 40 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, pasando de 440 a 614 millones de dólares (299 y 455 millones de euros, respectivamente).

Es posible que esta medida escueza a los británicos porque, en el tema comercial, siempre se han mostrado susceptibles. No obstante, harán como siempre: caso omiso.

No nos cansaremos de repetirlo: Reino Unido debería devolver Las Malvinas a Argentina. Y también Gibraltar a España, que fue arrebatado a traición aprovechando que Inglaterra participaba en la Guerra de Sucesión española en 1704.

Como recoge José Javier Esparza en su libro 'España Épica', en ese contexto de la Guerra de Sucesión, una flota angloholandesa toma Gibraltar en nombre del archiduque Carlos, uno de los aspirantes al trono de España: "Es entonces cuando los ingleses hacen algo que, en rigor, sólo se puede considerar como un acto de piratería. El almirante Rooke, desobedeciendo las órdenes de su jefe -que es el príncipe de Hesse Darmstadt- y, aparentemente sin instrucciones directas de Londres, decide cambiar las tornas y tomar el Peñón para la Reina de Inglaterra". "Los españoles intentaron recuperar Gibraltar sucesivas veces desde aquel mismo año 1704. Nunca fue posible. Inglaterra decidió aceptar el regalo del pirata Rooke". "Después de todo, los ingleses ambicionaban Gibraltar desde medio siglo antes al menos, cuando Cromwell concibió el plan de tomar el Peñón y convertirlo en base para hacer la guerra de corsario contra España".

Esparza prosigue también relata el testimonio de John Bright, político liberal británico en 1862: "El Peñón de Gibraltar fue tomado y retenido por Inglaterra cuando no estábamos en guerra con España y su apropiación fue contraria a todas las leyes de la moral y del honor". O este otro, del hispanista escocés William Atkinson en 1954: "La toma de Gibraltar en 1704 fue un acto de piratería".

Esparza concluye en su libro: "La ONU defendió en 1964 el estatuto de Gibraltar como colonia, lo cual debería haber implicado ya su devolución a España. Hoy se dice que en un entorno político como la Unión Europea, la reclamación española sobre Gibraltar ya no tiene sentido. En realidad, lo que no tiene sentido es la pervivencia de una colonia inglesa en suelo español..., robado por un almirante inglés que traicionó la confianza de un pretendiente del trono de España. Gibraltar no puede ser moneda de cambio con ningún otro territorio. Gibraltar es sencillamente España".

Y Las Malvinas, argentinas.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com