El CEO de BBVA señala que los inversores dejarán que sea el FROB quien sanee las entidades

 

El consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, se ha convertido en uno de los principales látigos para las cajas de ahorros. Exigió mayor velocidad para el proceso, denunció las ventajas frente a los bancos en la guerra del pasivo y reclamó mayor control para que las que recibían ayuda no pudieran ofrecer superdepósitos.

Algunas de estas reivindicaciones eran muy razonables, pero Cano no es un justiciero, ni un filántropo desinteresado. Nunca ha ocultado aquello que es casi un lema en la casa: "hay suficiente comida en el plato", pero admite que no serían tan tontos como para no estudiar una oferta que les permitiera realizar una buena compra.

Desde Sevilla, Cano señalaba este lunes que los inversores "podrían esperar a que el FROB sanee los activos para entrar después". En definitiva, dejar que las cajas se pudran y entrar cuando todo esté limpio. Tal y como explicábamos en Hispanidad, el propio BBVA estaría encantado de acoger los 5.000 millones de FROB que corresponden a Bankia.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com