• Los resultados de Santander UK del primer trimestre bajan en todos los márgenes.
  • Mientras, intenta acelerar un cambio de negocio desde el crédito hipotecario a la banca corporativa.
  • Y el supervisor británico, al que no le gusta que los españolitos controlen el cuarto banco británico, le está poniendo palos en la rueda.
  • Mientras, su 'adversario' Javier Marín se consolida como Ceo del grupo.

La sucesión en el primer banco español todavía no está clara. Lo que sí está un poco más claro es que uno de los candidatos está perdiendo puntos para ganar la contienda. Hablamos de Ana Patricia Botín (en la imagen), consejera delegada de Santander UK. Y es que los resultados del primer trimestre de la entidad británica no ayudan.

El margen de intereses bajó un 10,8%, el margen bruto un 12,2% y el neto hasta un 24,3%. Los resultados antes de impuestos descendieron un 23,8%. Además, el ROE bajó 2,15 puntos y la eficiencia subió 6,7 puntos. En resumen, unos malos datos que no favorecen su carta de presentación.

Sabedora de que la cosa no marcha bien, Ana Patricia intenta acelerar el cambio de negocio, es decir, pasar de dar créditos hipotecarios a particulares, a dar créditos a pymes.

Pero que nadie piense que esto sucederá en dos días. Para empezar, no se puede cambiar de cliente de la noche a la mañana, como el que cambia de calcetines. Una opción sería vender las hipotecas, pero probablemente lo haría con pérdidas.

En cualquier caso, el hecho de deshacerse de esos créditos no asegura un incremento de préstamos a empresas. De hecho, según el Banco de Inglaterra, Santander UK fue la entidad que más redujo sus préstamos  netos a hogares y empresas en Reino Unido durante la segunda mitad de 2012, según ha publicado el diario Expansión este jueves.

Según esta publicación, fuentes de la entidad han explicado que en este cambio hay un problema: los reguladores exigen cinco veces más de capital por los créditos a pymes que por el que exige para los préstamos hipotecarios.

Sea como fuere, es sabido que al supervisor británico no le gusta que un español controle la cuarta entidad financiera del país. Por eso, se dedica a poner trabas. Por ejemplo, exigir cinco veces más de capital para créditos a empresas que para préstamos hipotecarios.

Mientras tanto, el gran 'adversario' de Ana Patricia, Javier Marín, se consolida como consejero delegado del grupo. Lo cierto es que la hija de Emilio Botín nunca se ha llevado bien con el hombre de confianza del presidente. Ella fue una de las directivas que torció el gesto cuando conoció el nombramiento de Marín.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com