Sr. Director:
Hay personas tan locas que se atreven a desafiar a Dios. Esto es lo que hizo Satanás tentando a Cristo en el desierto. Pero dijo San Pablo que de Dios no se ríe nadie (Gálatas 6:7).

 

John Lennon, cantante de los Beatles, dijo que ellos eran más famosos que Jesús, y que la cristiandad desaparecería pronto. Al poco tiempo él murió asesinado.

Tancredo Neves dijo que la Presidencia del Brasil no se la quitaba ni Dios. Un día antes de tomar posesión, murió.

El constructor del Titanic dijo que su barco no lo hundía ni Dios. Y en su viaje inaugural chocó contra un iceberg y se fue a pique.

Y se podían contar muchos casos similares. Hay que tratar a Dios con respeto. Desafiarle es peligroso.

Y para desafiar a Dios no es necesario decir frases blasfemas. Basta con poner en duda su amor. Hay gente que dice: "Si Dios me quiere, ¿por qué me manda esto?"

Santa Teresita del Niño Jesús tiene una frase muy bonita: "Señor, no te entiendo, pero me fío de Ti".

Podemos no entender por qué Dios nos hace sufrir, pero no podemos dudar de su amor, y de que quiere lo mejor para nosotros.

Como el niño que cuando ve la aguja de la inyección que le va a poner su madre le dice: "Mami, no me quieres si me vas a pinchar con esa aguja". Sin embargo la madre le pincha porque le quiere, para que se cure.

Lo mismo hace Dios con nosotros, aunque no le entendamos.

Jorge Loring