• Falso debate en el PP: intenta evitar el rescate ahora que la prima baja: baja porque todo el mundo empieza el rescate.
  • Y la tardanza le hace subir.
  • La alternativa real de Rajoy es ésta: o aceptar el resto o salirse del euro.
  • Y a la segunda no se atreve.
  • Al final, sabe que sí pide el rescate podría, no ya ser un presidente de una legislatura, sino ni tan siquiera agotar una legislatura.

El vicepresidente de la Comisión Europea, el español Joaquín Almunia (en la imagen) instaba en la mañana del lunes al presidente del Gobierno español Mariano Rajoy, a que pidiera el rescate. Asegura Almunia que si tarda en tomar una decisión -o sea, en pedirlo, porque el comisario Almunia, al igual que Angela Merkel, no se plantea otra alternativa que la petición de rescate condicionado, es decir, primero humillación y segundo extorsión, dado que será la Troika (Bruselas, o sea, Berlín, el BCE y el FMI) quien imponga la política económica española.

Rajoy se lo piensa, entre otras cosas porque sabe -experiencia de otros rescatados- que si pide el rescate probablemente será, no ya un presidente de una sola legislatura, sino que ni tan siquiera terminará la primera.

Quizás por ello, en el Partido Popular ha comenzado un debate falso: el lunes, por ejemplo, el diario El País titulaba su portada de la siguiente guisa: "Rajoy retrasa la petición de rescate en busca de una mejoría". Desconozco si ha hecho tal cosa pero resultaría una verdadera sandez: la prima de riesgo ha bajado porque todo el mundo espera que Rajoy pida el rescate. Si no lo pide no habrá mejoría: la prima de riesgo volverá a subir.

Por tanto, la única alternativa es solicitar la salida temporal del euro y recuperar la soberanía monetaria. Claro que eso tiene un coste, pero menos que el que está sufriendo ahora, por ejemplo, la rescatada Portugal.

Oficialmente, el Gobierno dice que no se plantea salir del euro, pero entonces la alternativa es falsa. Entre otras cosas porque, durante septiembre y octubre, el Tesoro tendrá que acudir a los mercados, y mucho.

En definitiva, la verdadera alternativa es salir del euro y volver a la peseta. De esta forma se evitaría la crisis de la deuda soberana, que es lo que está haciendo inútiles todos los sacrificios de los españoles.

Fuera del euro sí hay salvación, y probablemente sea la única salvación, dado que esto es una crisis financiera que ha provocado una crisis económica, no al revés. Pero Mariano no se atreve.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com