Yo también quiero jubilarme para poder decir lo que me dé la gana. El caso es que el 2 de mayo, Fiesta de la Comunidad Autónoma, la estrella política no fue el presidente en ejercicio de la Comunidad de Madrid sino la saliente Esperanza Aguirre, hoy en el sector privado (en la imagen junto a Rajoy).

Aguirre le soltó una bofetada a Rajoy con muy buenas razones. Dijo que hay que reducir, privatizar o suprimir prestaciones públicas para empequeñecer el Estado. Tiene toda la razón, aunque se negó a identificarlo como una crítica al presidente Rajoy con quien tan cordialmente se odia. Incluso se ensañó con alguna periodista -por ejemplo, Nieves Herrero, de 13TV- y acabó gritando a la locutora como una auténtica verdulera.

Y es que Aguirre, que había dicho lo que tenía que decir, perdió los papeles cuando los periodistas le hicieron la pregunta obligada: ¿Se está usted distanciando del presidente del Gobierno

Sí, era una crítica a las reformas pacatas de Rajoy, quien promete adelgazar el Estado y lo hace con cuentagotas. Sobre todo, porque reducir el Estado es reducir el número de paniaguados del Estado, políticos y funcionarios profesionales. Y resulta que el primer funcionario de España es Mariano Rajoy; tantos años viviendo de la política que no está dispuesto a hacerse el harakiri.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com