Las secuelas del Holocausto son presentadas de la forma más sórdida en Adam resucitado, un drama oscurísimo basado a en la controvertida novela: El hombre perro, de Yoram Kaniuk.

Los acontecimientos nos llevan a principios de los años 60, un antaño ilusionista judío, Adam Stein, vive en una clínica psiquiátrica para supervivientes del Holocausto, en el desierto de Negev. Poseedor de una gran personalidad este enfermo maneja a su antojo al resto de los pacientes pero, la llegada al centro de un niño que cree ser perro, le hará revivir su doloroso pasado cuando, recluido en un campo de concentración, fue brutalmente denigrado por un comandante nazi.

A priori el argumento de Adam resucitado, o la historia de dos personas atrapadas por un pasado terrible, resulta de lo más atrayente pero el problema de este largometraje, dirigido por el conocido guionista Paul Schrader, al que debemos historias tan famosas como Taxi Driver o Toro salvaje, es que abusa en la puesta en escena de detalles terribles y crudos, algunos de ellos innecesarios, lo que la convierten en una película incómoda y de difícil digestión. No es extraño, por tanto, que esta negra fábula sobre la supervivencia y el remordimiento se estrene en España con cuatro años de retraso.

Para: Sinceramente no lo sé