Insisto en que el verdadero peligro no es un pueblo anarquista sino un Gobierno y una clase dirigente con tendencias ácratas. Se lo digo yo, no hay nada más peligroso que un aristócrata anarquista.

Ejemplo: uno de los españoles del NOM (Nuevo Orden Mundial) más característicos es Federico Mayor Zaragoza, en su tiempos ministros de UCD y en otros tiempos director general de la UNESCO. La verdad es que es un 'miembro NOM quiero y no puedo', pero suple con entusiasmo el desprecio que el Nuevo Orden, a fin de cuentas un movimiento donde se valora la vejez…

En cualquier caso, resulta que Mayor Zaragoza ha pedido el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia para la agitadora Ada Colau (en la imagen), que supongo que es anarquista pero, sobre todo, es una señora con muy mala intención y aún peor mala uva.

En definitiva, nuestro hombre quiere, precisamente, el Príncipe de Asturias de la Concordia. Si se lo conceden, Ada Colau, hará un escrache en Zarzuela, para que el Príncipe de Asturias sienta el poder del pueblo oprimido.

No, el problema no es Colau, es Mayor Zaragoza.

Eulogio López

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