Sr. Director:
Me merecen todo el respeto quienes defienden a los animales, se oponen a que se les mate o sean torturados o maltratados gratuitamente, piden condiciones de salubridad en granjas, en transportes, protegen a las especies en vías de extinción, a sus crías e incluso a sus huevos, etc.

Por otra parte, nadie duda de que el feto humano es un ser vivo que pertenece al mundo animal (puesto que no se trata de un ser vivo perteneciente al reino vegetal).
Y es sabido que un feto de 14 semanas -al que la madre puede abortar por su sola voluntad, según establece la ley Aído/Rajoy- tiene sensibilidad, y retrocede, tratando de salvar su vida, ante el instrumento quirúrgico que se le acerca para partirlo a cachitos y extraer sus restos del seno de su madre.

Es decir, se trata de un animal salvajemente torturado para causarle la muerte. ¿Por qué no merece la atención y la defensa de las asociaciones protectoras de los animales

Joaquín Polo