Lo de la cultura de la vida me parece excelente, lo de la cultura de la muerte lo entiendo peor. Porque si es muerte, más bien homicidio, ¿dónde está la cultura?

Yo creo que el aborto no es cultura de la muerte, sino mercado de la muerte, mejor imperio de la muerte, y siempre, matadero.

El mercado de la muerte viene marcado, antes que por los matarifes del aborto quirúrgico, por el aborto químico, mucho más silente y elegante pero mucho más homicida. Lo que realmente se forran en dinero son los grandes laboratorios fabricantes de anticonceptivos, píldora del Día Después y fabricantes de dispositivos para abortos mecánicos.

Y es que la incultura de la muerte ha llevado, incluso a católicos y católicas convencidos, a pensar que una pastilla, o un DIU no son abortivos, cuando lo cierto es que todos los anticonceptivos que se venden hoy pueden ser abortivos y todos los aparatitos mecánicos lo mismo: actúan antes y después de la concepción.

El único anticonceptivo no abortivo es el condón, sólo que tiene sus fallos y no protege adecuadamente frente al sida.

Este es el panorama, pero podía ser peor. La aceptación social del aborto no ha sido posible porque cada vez son más los 'ultras' que hemos tomado conciencia y consciencia de lo que está en juego: el hombre y la humanidad.

Eulogio López

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