Un amigo colgaba en una red social estos 25 puntos para que de una manera sencilla y simpática hagamos de nuestro entorno un lugar un poco más católico. Incluso aquellos que no lo son. Os dejo con ellos.

1. Bendiga la mesa, también cuando coma fuera de casa o con amigos. Ser cristiano no es estar apestado.

2. Ponga unos azulejos, con una imagen de la Virgen, en la fachada de su casa.

3. Escriba de lo que sabe, con sentido cristiano. Los que escriben sin sentido cristiano, no son escritores.

4. Los viernes, en un restaurante, pregunte al camarero qué platos de abstinencia le recomienda. Explíquele luego de qué va la pregunta.

5. Recuerde al quiosquero de su calle que vender revistas pornográficas atenta contra la moral y exponerlas a la vista, atenta contra la ley.

6. Si está casado, no se limite a solicitar en el colegio la enseñanza de religión para sus hijos: compruebe lo que les enseñan y proteste -como cualquier consumidor estafado- si les dan gato por liebre.

7. Si es religioso, recuerde que el hábito queda de lo más testimonial. Sacúdale el polvo y llévelo de la mañana a la noche.

8. Cancele su suscripción a ese periódico y el país tendrá un lector manipulado menos.

9. Escriba al director de su nuevo periódico y sugiérale que incluya la calificación moral de las películas de televisión.

10. Enseñe con orgullo a sus ocho hijos y pregunte a sus amigos, desconsolado, si ellos no han logrado tener más que esa parejita.

11. Si es sacerdote, pase ocho horas diarias en el confesonario. Si no lo es, pásese cinco minutos semanales por el confesonario.

12. No diga "hasta luego", diga "adiós". No diga "menos mal", diga "gracias a Dios". No diga "quizá", diga "si Dios quiere".

13. Sea "postmoderno". Atrévase a elogiar ante sus amigos la santa pureza, la mortificación corporal, la virginidad o la obediencia al Papa, y deje que los que tengan complejo vayan al psiquiatra.

14. En Navidad ponga, si quiere, árbol en su casa; pero no deje que sustituya al Belén. Y envíe por esas fechas felicitaciones navideñas con un Nacimiento, no con copitos de nieve o niños cursis jugando con la nieve.

15. En verano, veranee en el monte.

16. No te cuelgues un colmillo en el cuello. Aparte de que es una horterada, el día de tu entierro comprobarás que era más práctica una medalla-escapulario.

17. No pierda el tiempo viendo cómo se cuece un huevo. Un huevo pasado por agua estará en su punto en el tiempo de un Credo.

18. Repase el catecismo con sus hijos, que le vendrá muy bien a usted. ¿No le da vergüenza no saber ni siquiera la receta para dejar en su punto un huevo pasado por agua?

19. Vaya por la calle de la mano de su novia, y regálele una bufanda si es que pasa frío.

20. Con la misma desenvoltura con que usted cita a Mahoma, Gandhi o Martin Luther King, pruebe con la Epístola a los Filipenses, el Evangelio de San Mateo o San Cirilo de Jerusalén.

21. No regale el libro más vendido sin comprobar antes que no se trata de la última basura del planeta. Busque mejor una obra clásica de espiritualidad.

22. El sacerdote no es Paco o Manolo, sino Cristo. Muestre su veneración a los sacerdotes, tratándoles de usted y besándoles la mano.

23. Por San Antón (17 de enero), para su perro y gato pida la bendición. Por San Cristóbal (10 de julio) su coche y por la Pascua su casa.

24. Sonría. Una Europa más cristiana es una Europa más alegre.

25. No se queje. Haga algo.

Oriol Ferré