La prensa escrita es la referencia informativa de Internet. Lo dice el último estudio de Deloitte. Tiene toda la razón. En la comunicación y en la trasmisión de la cultura sólo existen dos lenguajes desde que el mundo es mundo: el escrito y el oral.

Internet pertenece al universo escrito, como la prensa, mientras que radio y TV se quedan en el lenguaje oral, con otras reglas y otras capacidades.

Ahora bien, el lenguaje escrito en soporte papel es muy distinto. Sí, en efecto, las ediciones digitales se consultan más que los confidenciales de Internet o los análisis de la prensa electrónica especializada, por supuesto que sí, pero es que se utilizan como una agencia de noticias para conocer lo último.

Lo que dudo es que sea el lenguaje propio de la red. Al poco de nacer, alguien dio con una definición que ha sobrevivido como la más atinada sobre este mundo en red: Internet es conversación. Ahora bien, el lenguaje del periodismo tradicional, objetivista, consiste en un constante monólogo. Dicho de otra forma: o se vuelven dialogantes o nunca dejarán de ser agencias de consultas. O las ediciones digitales de los diarios tradicionales consiguen explicar las noticias sin preocuparse un poquito menos del rigor y un poco más de la verdad o fracasarán, por muchos medios y mucho capital que pongan en el empeño. Hoy está pasando que la gente se informa de lo que ha ocurrido por las ediciones digitales de los periódicos pero busca las claves de lo que ocurre en la prensa independiente de la red, boletines especializados y blog. ¿El universo bloguero es menos riguroso? Sí, pero más sincero y más profundo.

Ahora bien, para interpretar la realidad no hacen falta grandes estructuras empresariales, lo que hace falta es pocas ataduras y mucha rectitud de intención.

En definitiva, la batalla de la competencia en la red se libra entre grandes corporaciones multimedia y pequeños, a veces diminutos medios informativos que han encontrado en la red un nuevo mundo: el mundo en el que con muy poco capital social puede hacerse un medio informativo.

Lo digo por experiencia: sólo he encontrado algo parecido a la libertad plena cuando abandoné la prensa tradicional y fundé Hispanidad, un mundo de muchos pequeños frente a unos medios tradicionales hiperconcentrados, donde impera el oligopolio de los grandes y donde el periodista es prisionero de los intereses de su empresa.

Internet ha multiplicado un pluralismo informativo que había entrado en agonía. Es la guerra de lo pequeño contra lo grande, de los muchos pocos contra los pocos muchos. Por el bien de la libertad de prensa y hasta de la cultura, mejor que ganen la infinitud de enanos al pequeño grupo de gigantes. Por el bien, sobre todo, de la libertad. En la lucha del pequeño contra el grande hay que estar siempre con el pequeño.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com