Mientras los norteamericanos honran a sus muertos del 11-S en España seguimos degollándonos los vivos, en el séptimo aniversario del 11-M.

Este es el principal problema de España: el cainismo. En Estados Unidos reaccionaron en 2001 incluso con desmesura manifiesta, pues la Guerra de Irak fue un error fatal de la soberbia de George Bush, que se llevó por delante muchas vidas y lo estropeó todo. Aquí, el 11-M no nos unió contra el enemigo exterior, el Islam llegado de Marruecos, sino contra el enemigo interior. No hablo de ETA, sino de las dos españas.

Es cierto que el PP reaccionó de la forma más estúpida posible y que el PSOE aprovechó la coyuntura para lanzar una campaña de mentiras con la que ganó las elecciones. Pero, por encima de ello, debería haber primado la unidad frente al terror.

Al 11-M sólo le podemos llorar pero del 12-M y siguientes, hasta el día de hoy, tenemos mucho que lamentar.

Eulogio López

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