Hace unas semanas, Cáritas ha lanzado ‘Moda Re-’, una iniciativa de economía solidaria puesta en marcha por esta organización de la Iglesia católica para englobar y potenciar todo su proyecto textil. Pero es mucho más que reciclado de ropa: también inserta personas social y laboralmente.

En concreto, ‘Moda Re-’ sigue la estructura de la economía circular, pero su fin no es económico, sino que el centro de su actividad es la persona. Su nombre no es casual, de hecho “pone en valor la importancia de re-coger, re-utilizar o re-ciclar para re-construir, re-iniciar, re-emplear o re-vivir las biografías de todas las personas en situación social precaria a las que acompañamos”, explica Rubén Requena, coordinador del proyecto.

Proceso de economía circular en 'Moda Re-'

La apuesta de Cáritas busca transformar la gestión de la ropa usada, que tradicionalmente se ha venido haciendo a través de los roperos parroquiales, y a la vez, favorecer la inserción laboral de las personas que participan en sus programas sociales. “Dar nueva vida a la ropa y a las personas que lo necesitan”, dice Requena, entendiendo que “vale más de lo que cuesta porque no es lo mismo hacer negocio con la ropa usada que hacer justicia social”.

La secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, subraya que no sólo es una iniciativa que favorece la inserción laboral y apuesta por la reutilización y el reciclaje, ahorrando en la gestión municipal de residuos. Al mismo tiempo, dignifica la forma en que reciben ropa las personas necesitadas: ahora podrán hacerlo en las tiendas de ‘Moda-Re’, en vez de en los roperos parroquiales, probándosela y eligiéndola… como cualquier cliente, y podrán comprarla con un bono que han recibido en su Cáritas diocesana. Además, los establecimientos también están abiertos al público en general no atendido por esta organización de la Iglesia católica que puede comprar ropa de segunda mano a un precio asequible.

Una forma de dar nueva vida a la ropa y a las personas que lo necesitan

Todo empieza en los 3.800 contenedores rojos que Cáritas ha instalado en las calles, donde la gente puede depositar la ropa para darle una segunda vida. Las prendas se recogen y se envían a una planta (tiene 23 de transferencia y otras tres de gestión integral con tecnología de última generación -que están situadas en Bilbao, Barcelona y Valencia-), donde se efectúa una primera selección automatizada. A continuación, en una segunda selección, se procede al emperchado y la valoración dependiendo de la moda y del estado de la prenda; se la somete a un proceso de higienización con gas inocuo -ozono-, se la etiqueta y se la asigna un precio bastante asequible. Ahora, la prenda está lista para donarse y/o venderse en una de las 80 tiendas de ‘Moda Re-’.

Contenedores de recogida de ropa de 'Moda Re-'

Paralelamente, se lleva a cabo otro proceso: el de la inserción laboral de personas. En primer lugar, se produce la acogida y el diagnóstico de su situación, tras ser derivadas por las Cáritas diocesanas o los Servicios Sociales. Se les enseña un oficio y se les ofrece un empleo de inserción en ‘Moda Re-’ (conductor, recogedor de ropa, mozo de almacén o dependiente en tienda), al mismo tiempo se les da una formación durante un máximo de tres años para que luego sean capaces de conseguir un puesto ordinario en el mercado laboral.

Hasta ahora, el proyecto ya ha generado 750 empleos sociales y cuenta con el apoyo de 1.000 voluntarios; cifras que seguirán creciendo porque es el resultado del trabajo común de 29 Cáritas diocesanas. Además, aún no está presente en toda España: faltan Comunidad de Madrid, Extremadura, Navarra y Murcia.

Por el contrario, conviene destacar la participación en ‘Moda Re-’ de varias entidades locales específicas de Cáritas que ya venían trabajando en el reciclaje textil como medio de inserción laboral para personas en situación de exclusión social. Entre ellas, están la vasca Koopera, la catalana Roba Amiga, la gallega Arroupa o la aragonesa Latido Verde. En concreto, esta última es la marca comercial de la empresa de inserción A todo trapo Zaragoza, ambas promovidas por Cáritas diocesana de la capital aragonesa y que acaban de sumarse al proyecto ‘Moda Re-’ lanzado a nivel nacional bajo el lema “reciclamos ropa, insertamos personas”. Latido Verde cuenta con más de 100 puntos de recogida y una tienda, generando nueve empleos de inserción y un total de 13 empleos, y gestionando 1.072 toneladas de ropa, evitando la emisión de casi 15.500 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

Interior de una de las 80 tiendas de 'Moda Re-'.

Sí, la iniciativa de ‘Moda Re-’ no sólo es beneficiosa socialmente (inserción laboral y social de personas necesitadas) y productiva (reciclado y reutilización textil), sino que también cuida el medio ambiente. Hasta el momento, ha gestionado 30.000 toneladas de ropa usada -cifra equivalente a unos 90 millones de prendas-, de las que ha reciclado el 90% y del 10% restante aún ha podido aprovechar botones y cremalleras. A esto se une que se han ahorrado 56 millones de metros cúbicos de agua (lo que equivale a abastecer Madrid durante seis meses) y se ha evitado la emisión de unas 680.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Pero por si esto no fuera suficiente, además el proyecto de Cáritas apuesta por la sensibilización en torno al reciclado, la reutilización y el consumo responsable impartiendo charlas, y por la innovación. De hecho, cuenta con colaboraciones de socios privados del sector textil en proyectos de investigación orientados a la obtención de nuevas fibras textiles derivadas de la ropa usada. Además, en esto de la innovación es de destacar la labor de Koopera: es pionera en la transformación del algodón en nuevas prendas de vestir que también vende en sus tiendas y al mismo tiempo, se dedica a la reconversión del algodón en alfombrillas para el sector de la automoción y en paneles para la construcción.