Al ministro de Hacienda sólo le interesa el tabaco de liar, la picadura de toda la vida, porque se ha convertido en el 'refugio' de los fumadores. Altadis subió el precio del Fortuna blando (10 céntimos) el jueves 28. Sólo un día después, Philip Morris ha decidido subir el precio de Marlboro y Chesterfield, también 10 céntimos la cajetilla. Ya lo había hecho antes -el día 16 de diciembre- pero decidió volver a bajarlo el pasado 24, al ver que Altadis no había incrementado el precio de Fortuna. Todo esto, no obstante, le importa muy poco al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que decidió subir los impuestos al tabaco a comienzos de mes. Pero miren por dónde, subió tres veces más el gravamen a la picadura -el tabaco de liar- que a los cigarrillos. ¿Por qué? Porque, ante el elevado precio de los cigarrillos, los fumadores se habían 'refugiado' en la picadura. A Montoro no se escapa nadie. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com