El buen funcionamiento del AVE contrasta con los servicios que presta Renfe en la mayoría de los trayectos. Desde el pasado 26 de febrero y hasta el 5 de marzo, el personal de Renfe dedicado a los servicios a bordo está en huelga. Los paros, convocados por los principales sindicatos (UGT, CCOO, USO, CGT y el Sindicato Ferroviario), afecta a unos 2.000 empleados. Hasta ahí, todo dentro de la normalidad de una huelga que, por otra parte, impacta muy negativamente en los servicios de Renfe, ya de por sí considerados deficientes por muchos viajeros. Lo curioso en este caso es que, al llegar al destino -por ejemplo, a Barcelona en el AVE de Madrid- los huelguistas animan a los usuarios que acaban de llegar para que reclamen el dinero del viaje y les aseguran que lo recuperarán. Los propios trabajadores en contra de su empresa. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com