Como otros grandes triunfadores, el presidente de ACS y del Real Madrid sigue una máxima lamentable: después de mí, el diluvio. Completada con esta otra: no encuentro sucesor... porque soy insuperable.
España se está convirtiendo en campo de pruebas para la profanación sistemática de la Eucaristía. Sería bueno que se prohibiera la comunión en la mano…