Inspirada en episodio autobiográfico, París puede esperar tiene como personaje principal a una atractiva y abnegada mujer madura, esposa de un exitoso productor de Hollywood, adicto al trabajo, quien, de forma fortuita, emprende un inesperado viaje hasta la ciudad del Sena acompañada del encantador socio de su marido, un francés amante de la gastronomía y la buena vida. Lo que estaba previsto fuera un trayecto de siete horas, a través de la campiña gala, se convierte en una travesía más larga llena de anécdotas. Con 81 años, la directora de esta comedia romántica, Eleanor Coppola, esposa del famoso cineasta, y muy aplaudida por documentales como Corazones en tinieblas (1991), realiza su primera película de ficción. Con un argumento amable y elegante, este largometraje demuestra cómo la vida actual, llena de estrés, impide que reflexionemos y disfrutemos de las cosas pequeñas. Eso descubre la protagonista de esta historia tomándose su tiempo, en principio a su pesar, al ir acompañada de un seductor francés que resulta ser el compañero de viaje ideal pues combina conocimientos culturales con alegría. No hay duda de que a algunos este viaje calmoso y esos almuerzos y cenas con platos de "alta cocina" y vinos exquisitos puede conducirles a menospreciar este filme, pero lo cierto es que esta "road movie", como es propio de este tipo de relatos cinematográficos,  también nos desvela aspectos íntimos de los personajes que ellos mismos mantenían ocultos. Especialmente significativa es la escena que transcurre dentro de una iglesia. Para: Ideal para mujeres maduras Juana Samanes