Hay vida después de los 60, ese parece ser el “leitmotiv” de esta optimista, simpática pero frívola comedia británica sobre segundas oportunidades en la vida.

Cuando una mujer llamada Sandra descubre que su marido le es infiel con su mejor amiga, busca refugio en casa de su hermana mayor, Bif, que ha vivido de forma mucho más austera y es una vitalista. Para elevar su ánimo, Bif invita a Sandra a asistir a unas clases de baile con un animado grupo de personas de su edad, es decir, jubilados.

Las dos hermanas protagonistas, como ocurría en Blue Jasmine, de Woody Allen, han llevado vidas muy diferentes; mientras una se ha convertido con los años en Lady, por la posición social de su marido, la otra se ha quedado soltera y vive en un modesto barrio. Pero, precisamente, será en ese extrarradio, y con los amigos de su hermana mayor, gente sencilla y de buen corazón, donde la primera encontrará el acomodo que buscaba tras ser engañada por su esposo.

Película menor en la filmografía de Richard Loncraine (Ricardo III). Como suele ocurrir en este tipo de comedias amables, el desenlace es previsible pero, al encarnar los principales papeles intérpretes veteranos de fuste como Imelda Staunton o Timothy Spall, el desarrollo y los gags se ven con agrado. Tanto es así que, incluso, a estos “maduritos” se les perdonan algunos comportamientos algo censurables como fumar porros o beber con exceso… entre otras cuestiones.

Para: Los que quieran pasar un rato entretenido y soltar unas risas