• Las principales preocupaciones del hombre actual son la salud y a la seguridad.
  • Con ello, se obliga a perder, siempre.
  • Puedes vivir al margen de Dios pero ¿es necesario vivir en la agonía?
El viejo dicharacho habla de Matusalén, quien le pregunta a Dios: -¿Cuánto voy a vivir Señor? -969 años. -¡Va, para eso no me construyo la piscina! El resto de los hombres viviremos un poco menos de esos 969 años pero, al parecer, nos empeñamos en construir la piscina. Porque la vida no es larga, la vida es breve. En el entretanto, podemos vivir a espaldas de Cristo. Y no digo que eso esté bien pero el problema actual me parece un poco más grave. Vivir no puede ser sólo sobrevivir, pero mucho menos si, encima, es una vía a la que se le ha sacado provecho alguno. Hoy en día las preocupaciones primeras del hombre del siglo XXI son la salud y la seguridad. Algo que convierte la vida en plena supervivencia. Antes o después, la salud se acaba y la seguridad se quiebra. En plata, puedes vivir al margen de Dios pero ¿es necesario vivir en constante agonía? Eulogio López eulogio@hispanidad.com