• La norteamericana, Carrie DeKlyen se negó a recibir un tratamiento contra un cáncer cerebral porque podría dañar a su hijo nonato.
  • El niño vive, ella murió 24 horas después del parto.
  • Los medios no se han hecho demasiado eco: podría cundir el ejemplo.
Todavía hay noticias que hacen vibrar. Una mujer muere porque se negó a recibir una tratamiento contra el cáncer que hubiera matado a su hijo. Y era el sexto. No abortó a su hijo. Esperó a que naciera pero ella murió 24 horas después. Este es el verdadero caso del aborto terapéutico, sólo que, en este caso, la madre dio su vida por el hijo. Todavía hay heroínas por el mundo. Pero los medios no han dado mucha propaganda a la noticia: podría cundir el ejemplo. La norteamericana, Carrie DeKlyen se negó a recibir un tratamiento contra un cáncer cerebral porque podría dañar a su hijo nonato. El niño vive, ella murió 24 horas después del parto. Los medios no se han hecho demasiado eco: podría cundir el ejemplo. Todavía hay noticias que hacen vibrar. Una mujer muere porque se negó a recibir una tratamiento contra el cáncer que hubiera matado a su hijo. Y era el sexto. No abortó a su hijo. Esperó a que naciera pero ella murió 24 horas después. Este es el verdadero caso del aborto terapéutico, sólo que, en este caso, la madre dio su vida por el hijo. Todavía hay heroínas por el mundo. Pero los medios no han dado mucha propaganda a la noticia: podría cundir el ejemplo. La norteamericana, Carrie DeKlyen se negó a recibir un tratamiento contra un cáncer cerebral porque podría dañar a su hijo nonato. El niño vive, ella murió 24 horas después del parto. Los medios no se han hecho demasiado eco: podría cundir el ejemplo. Todavía hay noticias que hacen vibrar. Una mujer muere porque se negó a recibir una tratamiento contra el cáncer que hubiera matado a su hijo. Y era el sexto. No abortó a su hijo. Esperó a que naciera pero ella murió 24 horas después. Este es el verdadero caso del aborto terapéutico, sólo que, en este caso, la madre dio su vida por el hijo. Todavía hay heroínas por el mundo. Pero los medios no han dado mucha propaganda a la noticia: podría cundir el ejemplo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com