• El salario o renta social incentiva la vagancia.
  • El salario maternal incentiva la maternidad y el rejuvenecimiento de la población.
  • Y además, es de justicia.
  • Un ejemplo de mi pueblo: en Asturias, la nómina del salario social actual supera ya los 10 millones de euros mensuales.
  • Para 22.000 beneficiarios… y creciendo.
  • En una región donde las clases pasivas superan a las activas.
Lo cuenta el diario La Nueva España de Oviedo. La nómina del salario social, el programa estrella de la Izquierda podemita y socialista, supone ya 10,2 millones de euros mensuales y creciendo. En Asturias ya son 22.000 los beneficiaros y la evolución indica que el número de altas en este proyecto ya supera en 3 al número de bajas. Y eso en una región como Asturias, la única de Europa donde las clases pasivas superan a las activas, es decir, condenadas al desastre. Se me dirá que el gasto de las pensiones es superior. Claro, como que llevamos una generación y media jubilándonos antes de la edad oficial de jubilación, y en una sociedad que acabó siendo la sociedad la 25x3: 25 años de estudios, 25 años de vida laboral y otros 25 de jubilación, que generalmente no acaban a los 75 sino a los 85-90. Eso no hay Estado que lo aguante y, sobre todo, no hay sociedad que aguante una población tan radicalmente envejecida. Por tanto, mejor salario maternal (pagar a la pareja por cada hijo que debe criar y educar) y menos salario social, que no hace otra cosa que incentivar la vagancia y desincentivar la búsqueda de empleo. Además el salario maternal es de justicia: la mujer, al dar a luz y criar a un hijo, futuro contribuyente, le da a la sociedad aquello que la sociedad necesita: jóvenes. Quien percibe el salario social, la renta única, la renta social, la renta mínima, como quieran llamarle, no hace otra cosa que acostumbrar a la gente a vivir con el dinero público, que no es otra cosa que el dinero de los demás. Salario social no, lo que necesitamos es salario maternal. Eulogio López eulogio@hispanidad.com