• Y en ocasiones se queda en especta-culo.
  • Lectura es un señor leyendo un libro y otro escribiéndolo.
  • Por otra parte, la mujer normal no habita en el mundo del cine: es la que no busca visibilidad sino felicidad.
  • Los feministos han dado mucho de sí en los Goya.
  • Sánchez siente en su pecho la marginación de la mujer, de todas y todos las mujeres.
El aquelarre feminista de los Premios Goya nos ha mostrado una clase cinematográfica muy feminista, incluso feministo, con un Pedro Sánchez y un Pablo Iglesias casi tan emocionados como la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, que ha reclamado la mirada femenina, tan necesaria para el mundo mundial. Pero lo mejor han sido las constantes apelaciones a la cultura. Los cómicos se sienten al servicio directos de doña 'Cultura'. Vamos que, sin ellos, todos seríamos unos incultos. Hombre no. El cine, antes que cultura, que también puede serlo, es espectáculo y en muchas ocasiones, no pasa de especta-culo. Por otra parte, tal parece que las horas que pasan ante la cámara no les permiten, a actores y actoras, actrices y actrizas dejar de actuar cunando regresan al mundo. Siempre están actuando. No pueden dejar de actuar y a veces, en la vida real, les toca el papel de malos. Por último, sorprende contemplar a las actrices más galardonadas y admiradas, y con buena cuenta corriente, lanzarse a defender al conjunto de las mujeres, que no poseen ni su fama ni su cuenta corriente. Ese tipo de mujeres, la inmensísima mayoría, para las cuales, el no alabarlas no significa injuriarlas. Las que, en suma, no buscan visibilidad, sino felicidad. Un poquito más de autenticidad no vendría mal al séptimo arte. Y un pelín más de humildad, tampoco. Eulogio López eulogio@hispanidad.com