• Se trata de la parroquia Santa María de Nazaret.
  • En una de las zonas marginales de Madrid (Ensanche de Vallecas).
  • Al grito de la iglesia que más ilumina es la que arde (muy original).
  • Distingamos entre anticlericalismo y cristofobia.
  • Esta última, mucho más grave, también se está multiplicando.
Se trata de una parroquia-barracón, porque por el momento no ha habido dinero para más. La atiende un sacerdote joven, don Fulgencio, un sabio bien formado, doctor en teología, que se arremanga cada día en un barracón (ver imagen) que naciera como apéndice de un colegio, en una zona marginal de Madrid (Ensanche de Vallecas), un barrio bajo con nivel doctrinal alto. Familias de las que pasan apuros a fin de mes y aún así se empeñan en educar a sus hijos en la amistad con Cristo. Pues bien, los energúmenos han entrado, mismamente como doña Rita Maestre, (recuerden: amnistiada por los tribunales), con los mismos gritos, en este caso pintadas, originalísimos: "la iglesia que más ilumina es la que arde". Se olvidaron del 'Arderéis como en el 36', que es otro grito que emana libertad e inconformismo, nunca violencia, ya lo dijo doña Rita. Y de paso pintaron el crucifijo (ver lamentable imagen), que ya ha sido limpiado, con espíritu de reparación. Ojo, en los asaltos a templos. En ellos hay que distinguir, aunque lo hago con pocas ganas, entre anticlericalismo, como es el caso actual, y Cristofobia. Lo segundo es mucho más grave y se concreta en los ataques al Santísimo, que también se están multiplicando. Estos últimos son ya obra de satánicos, que saben dónde quieren golpear. En este caso, se trataba de odio a la fe, más de anticlericalismo que de Cristofobia, pero las palabras del comunicado del arzobispado de Madrid manifiestan una preocupación que no quiere ser alarma, pero que tampoco se puede ocultar. Y ojo, porque la policía considera que no tienen nada que decir cuando se trata de robo de un 'pedazo de pan", que algunos piensan, miren por donde, que es Dios mismo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com