• La izquierda ya no tiene nada que ofrecer porque el ansia de poder se legitima por sí mismo.
  • Pero la derecha no se guía por la meritocracia, sino por la nietzscheana ley del más fuerte.
  • La nueva derecha y la nueva izquierda confunden delito y pecado.
  • Vamos, que no es una derecha cristiana.
El mundo se está haciendo de derechas. Es como si la izquierda, que se ha aburrido de la justicia social, ya no tuviera nada que ofrecer. Pero ojo, se trata de una derecha pagana e incluso anticlerical. Una derecha tibia en sus principios morales (los únicos principios que existen) y más capitalista que liberal. Sí, es distinto: el liberalismo económico se preocupa por proteger la pequeña propiedad privada; el capitalismo sólo protege el capital, es decir, la gran propiedad, sea privada o pública. A mí no me gusta esta nueva derecha: es derecha pagana y el paganismo es un hedonismo triste, desesperanzado. A la postre, un tedio morboso, tendente al suicidio. En resumen, en el siglo XXI la izquierda ya no tiene nada que ofrecer porque el ansia de poder se legitima por sí mismo, no utilizando al impecune como excusa. Pero la derecha tampoco se guía por la meritocracia, sino por la nietzscheana ley del más fuerte. Y, finalmente, resulta que la nueva derecha y la nueva izquierda confunden delito y pecado Vamos, que la nueva izquierda sigue en la progresía y la nueva derecha no es una derecha cristiana, sino atea. Eulogio López eulogio@hispanidad.com