• Lleva al Parlamento los planteamientos de la sociedad civil. Y luego están los planteamientos de la sociedad militar.
  • Pero el problema de Podemos no es Pablo Iglesias: son los 5 millones de españoles que les han votado.
  • Íñigo: ¿Dónde prefieres ser fusilado?
  • Ahora habrá que sacarle de la foto.
Pablo Iglesias se hace con el poder en Podemos, con el canto de La Estaca, del señor Llach, cuando lo que debían haber entonado era la Gallineta, del mismo autor. Ya sabemos que la gallina que se rebela contra el sistema para poder acostarse con los mejores gallos del corral es un episodio muy revolucionario, fiel reflejo de la mayoría social. Iglesias, nuestro líder, habló de unidad y humildad. Sobre todo humildad, una de sus más acendradas virtudes. Ejemplo, Íñigo: ¿Dónde prefieres ser fusilado? Ahora habrá que sacarle de la foto oficial del pasado. Todo sea por la humildad. El perdedor, Errejón, se refirió a la sabiduría. Un término bíblico que, en este momento, por mor de ese gran pensador que es don Íñigo, hacía referencia a la necesidad de no ser relevado su de sus cargos hacia una política de inserción. En otras palabras, que él ha conseguido la tercera parte de los votos y no estaba dispuesto a acabar en el Gulag. Esto es Podemos. Ideas, ninguna, pero ganas de fastidiar todas. Ha ganado el hombre que dice que el futuro está en la calle, no en las instituciones, pero, sin embargo, él, un líder que predica con el ejemplo, se ha mostrado dispuesto a sacrificarse: mantendrá su sueldo en el Congreso. RTVE lanzaba primero el titular de Podemos y luego el del PP. ¿Tiene más impacto mediático el aprendiz de soviético Pablo Iglesias que el tibio cobardón Mariano Rajoy? Pues yo creo que sí. En cualquier caso, los dirigentes de Podemos son demagogos, ensoberbecidos, ignorantes y pedantes. Lo preocupante no son Pablo Iglesias, ni Errejón, ni Bescansa. Lo relevante, penosamente relevante, es que estos cantamañanas han recibido el voto de cinco millones de españoles. Por eso no hay que ocuparse de ellos, porque son una cáscara vacía, pero sí hay que preocuparse acerca de ellos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com