• El 'petro' será lanzado oficialmente por el Gobierno de Nicolás Maduro este mes y respaldada por sus reservas de oro. Jo.
  • Además de los impuestos, el Gobierno venezolano aceptará que las contribuciones y servicios públicos sean pagados con petros.
  • Lo que lleva a pensar que el plan es imponer el petro como forma de pago, y desplazar al bolívar.
  • Especialistas han advertido que es poco probable que la moneda sea viable, debido a la poca confianza que generará el que esté regulada por el Banco Central del país.
  • Paralelamente, Venezuela inicia nuevo esquema cambiario con una profunda devaluación.
Venezuela se quiere convertir en el primer país en el mundo en aceptar el pago de impuestos a través de criptomonedas, pero no será a través de bitcoin ni ethereum sino con 'petro', que será lanzada oficialmente por el gobierno de Nicolás Maduro este mes y que, a diferencia de otras, estará totalmente controlada por el Estado, informa Economía y Negocios. Caracas presentó esta semana el libro blanco del petro, en el que se detalla cómo serán sus primeras emisiones, respaldadas en las enormes reservas de petróleo del país, otra diferencia con el resto de las criptomonedas. Su valor inicial será de 60 dólares -el equivalente a la cotización del barril del crudo venezolano-, pero el precio "podría fluctuar", dijo el Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Además de los impuestos, el gobierno aceptará que las contribuciones y servicios públicos sean pagados con petros. Lo que lleva a pensar que el plan es imponer el petro como forma de pago, y desplazar al bolívar, aseguró el diario El Nacional. Aunque el gobierno venezolano asegura que se trata de una criptomoneda, el petro no podrá ser producido o "minado" por particulares, una de las características que define a este tipo de instrumento. En cambio, el gobierno tendrá el monopolio y dispondrá a la venta los petros que estime convenientes. En principio, habrá una preventa de 38,4 millones de unidades entre el 20 de febrero y el 19 de marzo, y en total se emitirán 100 millones. A diferencia de la moneda tradicional, las criptomonedas no se distribuyen por un banco central ni están respaldadas por activos físicos, sino que se "minan" por los usuarios. Más allá de esto, existe preocupación por lo que el gobierno de Maduro pueda hacer con el petro. En particular, Estados Unidos teme que el mandatario intente utilizar la moneda virtual para evadir las sanciones económicas que Washington y la Unión Europea han impuesto contra funcionarios venezolanos, ejecutivos de la petrolera estatal PDVSA y la emisión de deuda del país caribeño. El Departamento del Tesoro ya advirtió a los estadounidenses que podrían exponerse a un "riesgo legal" si invierten en la moneda virtual de Maduro. El Parlamento venezolano (de mayoría opositora) declaró nula la emisión de petro, por considerar que estaría violando la Constitución al respaldarlo con reservas de petróleo, que son propiedad de la nación. La mayoría de los especialistas han advertido que es poco probable que la moneda sea viable, debido a la poca confianza que generará el que esté regulada por el Banco Central del país y, especialmente, a las distorsiones de la economía. Venezuela se enfrenta a un excesivo gasto público y a una enorme escasez que ha obligado a miles de sus ciudadanos a huir del país. A esto se suma una hiperinflación, que en 2017 llegó a 2.400% y que podría alcanzar el 13.000% este año, según estimaciones del FMI. A todo esto, Venezuela inició un nuevo esquema cambiario este lunes con una única tasa de 30.987,5 bolívares por euros, que supone una dramática devaluación frente a la última subasta del año pasado y a un tipo de cambio subsidiado que fue eliminado hace unos días, informó el Banco Central y recoge Reuters. En el esquema de subastas conocido como Dicom, que se reanudó tras estar suspendido casi cinco meses, el Gobierno dejó caer con fuerza la tasa de cambio, que en la ocasión anterior se había establecido en 3.345 bolívares por dólar. La tasa del mercado Dicom será la única referencia para las operaciones cambiarias del país petrolero, luego que el Banco Central modificó hace unos días las reglas del esquema de control cambiario vigente desde 2003, que consideraba dos tipos de cambios, uno para importaciones de productos básicos y otro fijado en subastas. Con la desaparición de la tasa subsidiada, de 10 bolívares por dólar, el Gobierno busca estimular la compra y venta de divisas entre privados, cuyos ahorros han caído a mínimos históricos por la hiperinflación y una larga recesión. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com.