• En cualquier caso, el acuerdo, forzado, está más cerca y las bolsas empiezan a subir.
  • El modelo alemán, imperante en Europa, insiste en cargar el peso de la crisis sobre los salarios bajos y los pensionistas públicos.
  • Y el Gobierno Merkel está dividido: el titular de finanzas, Schäuble, partidario de que Atenas se marche. Pero el resto del Gabinete no.
  • El retraso en la edad de jubilación y el salario maternal no interesan a la generación que manda, ya sesentona.
  • Lo cual no es incompatible con la caradura helena: nadie en Europa quiere un abandono en Eurolandia y ellos se aprovechan de la situación.
  • Y entonces recuperan funcionarios y TV pública.
Las pensiones constituyen el principal eje de la economía europea, por mor de un continente envejecido. El resto son cuestiones menores. Y en las negociaciones entre Grecia y la UE, las pensiones, cómo no, son el elemento relevante. Al parecer es anticonstitucional bajar las pensiones tal y como les exige la Unión Europea. En Grecia hablamos. No obstante, el optimismo bobalicón que tantas veces ha sido la clave de las negociaciones en el seno de la UE, cunde en Europa respecto a Grecia y las bolsas ya han empezado a subir, dando por descontado un acuerdo. Acuerdo que llegará. Hasta para los alemanes sería un desdoro que el euro se dejara por el camino a uno de los socios. Los griegos lo saben y la caradura helena, históricamente demostrable, se aprovecha de ello. Por eso, la tele pública ha vuelto a emitir y Tsipras (en la imagen) sigue aumentando al nómina fe funcionarios. En el otro lado, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, es el que insiste en que no es posible un acuerdo con Atenas si antes no se recorta el gasto en pensiones. Y es que los alemanes han impuestos en toda Europa que el coste de la crisis recaiga sobre los más débiles, en forma de salarios moderados (o sea de subsistencia) y pensiones de supervivencia. Y los griegos no están dispuestos a ceder ahí. Hacen bien, no se trata de bajar las pensiones sino de mantenerlas al tiempo que se alarga la vida laboral. Esto y las ayudas a la maternidad son las dos claves económicas para el futuro que ya está aquí. El problema es que no retrasará la edad de jubilación ni premiar la maternidad es algo que interesa a la clase que dirige el continente, que ya son sesentones. ¿Acuerdo UE-Grecia? Muy probable. ¿Servirá par algo? Muy improbable. En cualquier caso, por la vía que sea, en efecto, debe impedirse que a quienes viven con lo mínimo se las reduzca aún más la jubilación. La solución nunca está ni en reducir los salarios bajos ni en recortar las pensiones de subsistencia. En el caso de los salarios, la clave está en reducir los costes laborales, que no los salariales, es decir, los impuestos que gravan el empleo. Si se trata de pensiones, jubilarse más tarde, no jubilarse con menos. Ahora ya solo falta que Schäuble se entere. Eulogio López eulogio@hispanidad.com