• El presidente chino pretende que EEUU renuncie a un importante contrato de suministro de armamento a Taiwán, que China aspira a incorporar.
  • La contrapartida geoestratégica de Trump sería que Pekín presione a Corea del Norte para que detenga su programa armamentístico.
  • Además, hablaran de negocios, claro está, porque el déficit americano en su comercio con China ascendió en 2016 a 350.000 millones.
Donald Trump es un empresario metido a presidente de EEUU. Por eso no es de extrañar que aplique una visión comercial a la geoestrategia. Una visión que seguro va a utilizar en su reunión de estos días con su homólogo chino, Xi Jinping, el primer encuentro entre ambos mandatarios. La reunión, que se plantea como una partida de ajedrez, ha despertado gran interés por las múltiples críticas del republicano al gigante asiático durante la campaña electoral, sobre todo en el capítulo del comercio. "No nos han tratado de forma justa en lo relativo al comercio durante muchos, muchos años. Ningún presidente se ha hecho cargo de eso como deberían haberlo hecho", ha deslizado Trump. Así que se espera que el comercio sea uno de los principales asuntos de la cumbre, si bien Trump ha preferido dejar para su "próximo" encuentro su amenaza de imponer mayores aranceles a China, al que acusó reiteradamente en campaña de manipular su divisa para favorecer sus exportaciones, recogen agencias. El mandatario estadounidense, previsiblemente, insistirá en su denuncia el desequilibrio en la balanza comercial entre ambos países: aunque la Casa Blanca no ha detallado si le reprochará a Xi sus prácticas cambiarias, es prácticamente seguro que planteará el déficit de 350.000 millones de dólares que Estados Unidos tuvo en 2016 en su comercio con China. Fuentes diplomáticas chinas citadas por AFP señalan que Pekín podría ofrecer a Trump algunas concesiones al respecto, como una mayor apertura de su mercado a productos agrícolas y a automóviles, aunque pediría a cambio que se rebajen los controles para la exportación a China de biotecnología y tecnología de tratamiento de aguas. Asimismo, Xi quiere arrancar a Trump un compromiso con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, impulsado por China para contrarrestar la influencia occidental en instituciones de gobernanza económica global como el Banco Mundial. En cualquier caso, la principal petición del presidente chino será que Estados Unidos renuncie a un importante contrato de suministro de armamento a Taiwán, un territorio que China aspira a incorporar. Pero la contrapartida geoestratégica de Trump sería Corea del Norte: el presidente estadounidense ha acusado en varias ocasiones a Pekín de no presionar lo suficiente a Pyongyang para que detenga su programa armamentístico. "Tenemos un gran problema con Corea del Norte, así que veremos qué ocurre", ha señalado Trump este jueves en la entrevista concedida a la Fox. Trump aseguró en otra entrevista, publicada el pasado domingo por el diario Financial Times, que está "totalmente" dispuesto a actuar unilateralmente: "Si China no va a resolver [el problema de] Corea del Norte, nosotros lo haremos". En concreto, Trump presionará para que China "implemente estrictamente las sanciones y resoluciones de la ONU" contra Corea del Norte, dado que alrededor del "90 por ciento" del comercio exterior de Pyonyang se produce con Pekín, según la misma fuente. Será, en cualquier caso, el asunto clave del primer cara a cara entre los dos principales líderes mundiales. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com