• Afirma que "era un consejo muy politizado y poco profesional, pero los miembros querían cobrar como profesionales".
  • Califica la práctica de "primitiva, casi depredadora" y se basa en el e-mail de Barcoj a Blesa: "Disfrutemos por si algún día llegan las vacas flacas".
  • Asimismo, rebaja la petición de penas para los 18 acusados que devolvieron lo gastado con sus visas.
  • Pero las mantiene para Miguel Blesa (6,5 años) y Rodrigo Rato (4,5) por considerarlos responsables de la apropiación del dinero.
El fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón ha reprochado la actitud de "cercana al pillaje y la rapiña" de los 65 ex altos directivos de Caja Madrid procesados por las 'tarjetas black'. Asimismo, ha afirmado que "era un consejo muy politizado y poco profesional, pero los miembros querían cobrar como profesionales". En su informe de conclusiones, el fiscal ha criticado la "actitud primitiva, casi depredadora" de los consejeros y directivos de Caja Madrid que usaron para gastos personales las tarjetas para gastos de representación de la entidad. Una actitud que en su opinión se resume muy bien en un e-mail del entonces director financiero de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj, al presidente, Miguel Blesa (a la derecha de la imagen junto a Rodrigo Rato), en febrero de 2005: "disfrutemos por si algún día llegan las vacas flacas". Al mismo tiempo que los citados reproches, Luzón ha modificado su escrito inicial de acusación, pues ha rebajado la petición de penas para los 18 acusados que devolvieron lo gastado con sus visas. Estos son: Cándido Cerón, José María Arteta Vico, Ildefonso Sánchez Barcoj, Arturo Fernández, Juan Iranzo, Javier López Madrid, Jorge Rábago, Virgilio Zapatero, Ramón Espinar, Jesús Pedroche, Ignacio Navasqués, Buenaventura Zabala, y José Manuel Fernández Norniella, entre otros. Sin embargo, no ha habido atenuante para los expresidentes de la entidad, Miguel Blesa y Rodrigo Rato (cuyas penas ascienden a 6,5 años de prisión y 4,5 años), ya que el fiscal los ve como responsables de la apropiación del dinero. Mientras, el juicio encará sus últimas sesiones y será el tribunal que preside la jueza Ángela Murillo el que dirima si los encausados cometieron un delito continuado de apropiación indebida y administración desleal por los 12,5 millones de euros que gastaron con sus tarjetas entre 2003 y 2012. Cristina Martín cristina@hispanidad.com