Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como ‘el pequeño Nicolás’, será juzgado el próximo día 24. Un juicio en el que la vicepresidenta primera (y única) del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, así como el director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, han puesto toda la carne en el asador para conseguir una condena ejemplar.

Y la imagen del CNI y de Sanz Roldán, por los suelos

Y es que aquel adolescente, que en el momento de su detención había cumplido los 18 pero aún no los tenía durante sus ‘megalomanías’, se burló tanto de Moncloa como del CNI haciéndose pasar por alto cargo del Estado, con contactos en el Gobierno, en el propio CNI e, incluso, en la Casa Real. Y la inteligencia lleva muy mal quedar por poco inteligente. La vicepresidenta, también.

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Pues bien, la última noticia es que el informe elaborado por un experto a instancias de la ‘clínica central’ de los forenses, sita en los juzgados madrileños de Plaza de Castilla, ha ratificado el informe del primer doctor que le atendió cuando fue detenido. En pocas palabras: el departamento central de los forenses insiste en que se trata de un menor con tendencias megalomaniacas y narcisistas. En definitiva, estamos ante una persona inimputable.

Es justo lo que le faltaba a Soraya Sáenz de Santamaría, que atraviesa sus horas más bajas dentro del Ejecutivo tras su fracaso en Cataluña.

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