• El PSOE aporta el voto necesario para pedir al Gobierno que presente una nueva ley de libertad religiosa.
  • En la segunda votación, el socialista Eduardo Madina, da su sí a la iniciativa de ERC, pero en la primera se abstuvo.
  • Unidos Podemos, Compromís, PdeCAT, Nueva Canarias y EH Bildu también votan a favor.
  • El objetivo no es otro que libertad para todos, menos para los católicos, y aniquilar la Iglesia.
  • Es decir: quitar la religión católica de la enseñanza, suprimir cualquier signo cristiano de la vida pública y acabar con las exenciones fiscales.
Como saben, Pedro Sánchez (en la imagen) se convirtió en el nuevo secretario general del PSOE hace un mes y ostenta oficialmente el cargo desde el pasado 18 de junio, tras el 39º Congreso Federal. Esta semana, Sánchez ha tenido nuevas reuniones con los líderes de Podemos, Ciudadanos e IU (Pablo Iglesias, Albert Rivera y Alberto Garzón, respectivamente) e incluso ha logrado cita para ver al Rey (será el próximo martes). Pero en esta nueva etapa no hay nada nuevo bajo el sol porque el líder socialista ha vuelto al anticlericalismo radical. Así, lo demuestra el hecho de que este jueves el PSOE haya aportado el voto necesario para pedir al Gobierno que presente una nueva ley de libertad religiosa. En concreto, la moción consecuencia de interpelación urgente de ERC ha sido aprobada en el pleno del Congreso por 167 votos a favor (ERC, PSOE, Unidos Podemos, Compromís, PdeCAT, Nueva Canarias y EH Bildu), a pesar de que ha habido 166 en contra (PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias) y seis abstenciones (PNV y Coalición Canaria). Este voto de diferencia se debe al socialista Eduardo Madina, pues en la segunda votación ha dado su sí a la iniciativa de ERC, aunque en la primera había optado por la abstención. ¿Equivocación o bien ruptura de la disciplina de voto y posterior llamada a filas o bien gratitud? No se sabe, pero resulta curioso porque Madina apoyó a Susana Díaz en las últimas primarias socialistas y no se lleva bien con Sánchez (en las primarias de 2014 fueron rivales), aunque al final este último le ha mantenido como portavoz del PSOE en la comisión mixta para Unión Europea del Congreso… con el fin de que no le acusaran de hacer purga con los susanistas. Unidos Podemos, Compromís, PdeCAT, Nueva Canarias y EH Bildu también han votado a favor de la iniciativa de ERC. Y otra curiosidad: 11 diputados no han votado porque no han asistido al Pleno. En concreto, tres del PP (Mariano Rajoy -por la reunión en Berlín de los países europeos del G20-, María Dolores de Cospedal -reunión de los ministros de Defensa de la OTAn en Bruselas- y Alicia Sánchez-Camacho), tres del PSOE, uno de Unidos Podemos, dos de ERC y dos de PDeCAT. El objetivo de la hipócrita propuesta de reforma de la ley de libertad religiosa no es otro que libertad para todos, menos para los católicos, y aniquilar la Iglesia. Eso sí, revestido bajo lo políticamente correcto: para avanzar hacia una sociedad más laica. En aspectos concretos, este anticlericalismo radical persigue en primer lugar, quitar la religión católica del sistema educativo, mientras se enseña la musulmana y no pasa nada. Asimismo, se puede enseñar ideología de género a los niños pero no gusta que se haga lo mismo con el catecismo, en contra del derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos (recogido en la Constitución). Claro que también pretenden suprimir cualquier signo cristiano de la vida pública… y eso que el 69% de los españoles se declaran cristianos, según el último CIS. Es decir: quitar crucifijos, prohibir celebraciones religiosas en funerales oficiales… Y por si esto no fuera suficiente, también se abordarán las exenciones fiscales. Cristina Martín cristina@hispanidad.com