• La compañía impulsa la gestión hotelera en el exterior al tiempo que registra plusvalías por la venta de inmuebles.
  • La cadena sube los precios un 9,3%, pero sólo logra aumentar la ocupación un 1,3%.
  • Los grandes grupos españoles se acercan al modelo norteamericano, más estable, con menos riesgo pero con márgenes mucho más reducidos.
Paradojas de la bolsa: Meliá Hotels presenta este martes unos resultados mejores de lo esperado y la acción cae más de un 2%. Según los analistas, se debe, precisamente, a que los inversores han aprovechado los buenos datos para recoger beneficios. Y es que los títulos del grupo valen hoy un 48% más que en enero. Los resultados, efectivamente, son positivos. El grupo que dirige Gabriel Escarrer (en la imagen) ha ganado 52,9 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 51% más que en 2014 apoyado, sobre todo, en el cambio de modelo que supone impulsar la gestión hotelera, sobre todo en el exterior, y hacer caja con la venta de inmuebles. Entre las operaciones más destacadas, la venta del 80% de siete hoteles a Starwood Capital, en febrero de este año, por 176 millones de euros, con una plusvalía de 35 millones. La expansión internacional del grupo se centra en la zona de Asia-Pacífico, donde el grupo ha cerrado ya 17 contratos y prevé alcanzar, en los próximos años, hasta 5.000 habitaciones gestionadas sólo en Tailandia. Volvamos a los resultados. Sin duda, uno de los factores que han influido en el aumento del beneficio ha sido la subida de precios, que ha sido del 9,3%. Así, el ingreso medio por habitación disponible (Revpar) se ha incrementado un 11,2% en España. Eso sí, el aumento de los precios ha frenado el crecimiento de la ocupación, que sólo ha subido un 1,3%. Los datos de Meliá reflejan la tendencia del sector en España hacia un modelo más parecido al norteamericano, donde las grandes cadenas hoteleras sólo se dedican a la gestión. No tienen ni un solo hotel en propiedad. Es más, la tendencia actual va, incluso más allá: las grandes cadenas ni siquiera realizan la gestión. La subcontratan. Lo único que ponen ellas es la marca. ¿Ventajas? Es un modelo que sufre menos durante periodos de crisis, es más estable y tiene un riesgo mucho menor. Ahora bien, es un modelo con unos márgenes mucho más reducidos. En otras palabras, requiere de unos volúmenes muy grandes de negocio para ser rentable. Claro que entre el modelo español –el hotelero es dueño de sus inmuebles- y el norteamericano, existen modelos intermedios. Hacia allí camina Meliá y los grandes grupos hoteleros españoles. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com