• Suben los ingresos de Tele 5 y Cuatro, se congelan los gastos y aumenta la facturación publicitaria. ¿Qué más puede pedir Vasile?
  • A cambio, ofrecen a los españoles la pornografía y la demagogia que no se atreven a ofrecer en Italia.
  • Y exigen al Gobierno español que les otorgue los canales que les quito para mantener el Duopolio.
  • Sin embargo, el mercado no se cree que el suflé podrido de la telebasura pueda subir más y castiga a Mediaset en bolsa.

 

No hay más apasionante en el mundo televisivo que ver tu programa favorito y soportar periódicamente tramos de publicidad de seis a siete minutos y, además, en los momentos clave de la trama, en mitad de un huevo frito y justo en el momento en que tu cocinero favorito lo saca de la sartén. Toda la intriga queda rota por un anuncio de champú, acrecentando tu inquietud por si el huevo sale con o sin puntillitas. Si bien este comentario puede parecer una broma no lo es. Sobre todo, si podemos concluir cómo la recuperación económica se plasma en la cuenta de resultados de los canales de televisión en forma de mayores tramos de publicidad, algo que sin duda alegra a los accionistas de las entidades cotizadas, aunque no tanto a los aficionados a la gastronomía.

En esta ocasión los resultados de Mediaset del año 2014 son una prueba irrefutable de lo anterior. La empresa ha obtenido un beneficio neto de 59,5 millones de euros, duplicado su Ebit hasta los 144,8 millones – un aumento del 106,3% – y todo ello con una mejora de su Ebitda ajustado en un 87,9, hasta los 163,9 millones. Su margen sobre ingresos netos aumenta un 15,5% y explica la variación tan intensa en sus resultados.

Desde el punto de vista de los ingresos el importe neto ha ascendido hasta los 932,1 millones, un aumento del 12,7% respecto al ejercicio 2013. De ese importe nada más y nada menos que 889,2 millones corresponden a ingresos brutos por publicidad, que han crecido un 10,8%; los ingresos netos se han acrecentado en un 11,6%. Dichos ingresos, complementados por la actividad de producción de cine, triplican el escaso aumento de los costes del grupo, para descontento de sus colaboradores, me temo.

Esta situación tan idílica, de magma supremo que diría nuestro gastrónomo David de Jorge, permite a la entidad mantener un balance libre de deuda, algo que, además de habitual en el grupo, supone una situación estupenda para cualquier economía doméstica.

Su generación de flujo libre de caja aumenta en este escenario en más de 133,7 millones respecto al año 2013, hasta alcanzar los 144,7 millones. Ello lleva al grupo a ser de los más rentables del mercado, lo que nos reafirma en alguno de nuestros análisis previos, en el sentido de valorar que la televisión puede y es rentable, si se gestiona adecuadamente, por supuesto.

Desde el punto de vista de las audiencias, Mediaset vende muy bien su posición en el mercado. En sus propias palabras, en España ha concluido 2014 como el grupo audiovisual líder con el dato más alto de su historia (30,7%), complementado por los nuevos canales de distribución a través de su tráfico en Internet con 10 millones de usuarios únicos mensuales. Curiosamente también es la entidad más participada en redes sociales con el 56% de los comentarios sobre TV, cerca de 54,1 millones de comentarios, reforzando la idea de que los televidentes cada vez ven menos la televisión -paradojas del negocio- y lo hacen jugando con su tablet o su smartphone, como alguna política conocida hizo algunos días, lo que nos reafirma en que en ocasiones se pueden hacer dos cosas a la vez, sobre todo ellas.

Es por todo lo anterior por lo que me atrevo a proponer un nuevo indicador bursátil: el tiempo que media entre el inicio de un huevo frito hasta su servicio en un plato, tiempo directamente proporcional con el resultado contable de los canales de TV.

A cambio de todo esto, Berlusconi y su monaguillo en España, Paolo Vasile, ofrecen a los españoles la pornografía y la demagogia que no se atreven a ofrecer en Italia, un país demasiado elegante para Sálvame.

Al tiempo, exigen al Gobierno español que les otorgue los canales que les quitó, a fin de mantener el Duopolio televisivo formado por Atresmedia y Mediaset. Pues si con menos canales consiguen estos resultados y esta posición de dominio en el mercado publicitario, ¿qué será cuándo tengan más? Porque el PP seguro que cede ante el Duopolio en año electoral.

Sin embargo, el mercado no se cree que el suflé podrido de la telebasura pueda subir más y castiga a Mediaset en bolsa. Y es que la telemierda tampoco supone ningún invento revolucionario.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com