• El beneficio neto cae un 56,1% en el primer trimestre: pasa de 113 a 50 millones de euros.
  • La razón principal está en fuerte caída, del 77%, de los resultados por operaciones financieras.
  • La retroceso del ROF arrastra los márgenes bruto (-42,2%) y de explotación (-57,9).
  • Con todo, mejora en el negocio bancario y el margen de intereses mejora un 25,9%, de 103 a 130 millones.

Liberbank, que preside Manuel Menéndez (en la imagen) ha comunicado a la CNMV este martes sus resultados del primer trimestre, en los que el beneficio neto se ha reducido un 56,1%: ha pasado de 113 a 50 millones de euros. La razón principal está en fuerte caída de los resultados por operaciones financieras (ROF), que han pasado de 259 millones en el primer trimestre de 2014 a 59 millones en el primero de este año. Hablamos de una caída, por tanto, del 77%, y ese frenazo contamina el resto de la cuenta de resultados. Ha pasado ya, como quien dice, el recurso fácil al BCE o las compras de deuda a tutiplén. Sobre Liberbank sigue pesando, en otras palabras, a pesar de su empeño en ganar cuota, su propio origen: es una de las entidades que sobrevivió después del chaparrón financiero que sufrieron CajasturCaja Extremadura y Caja Cantabria, a la que luego se unió Banco Castilla-La Mancha. Gracias al Esquema de Protección de Activos (EPA), se le facilita un paraguas de 3.572 millones de euros del que ha utilizado el 85,64%. Dicho de otro modo, dinero público para paliar los activos deteriorados procedentes de esas entidades. A pesar de todo, en los resultados de Liberbank no todo es negro. El margen de intereses ha mejorado un 25,9%, de 103 a 130 millones. Denota un creciendo en la actividad típica bancaria y eso es bueno, pero insuficiente. La caída en el ROF provoca tanto la caía del margen bruto (-42,2%, de 401 a hasta 232 millones), como del margen de explotación (-57,9%, de 292 a 123 millones). A pesar de ello, hay aspectos positivos como la reducción en un punto de la tasa de morosidad (al 10,7%) o la reducción de un 56,7% de las pérdidas por saneamientos de activos (de 114 a 50 millones de euros). Rafael Esparza