• La ampliación de capital no garantiza la mejora del negocio.
  • Los márgenes continúan en caída libre, lo que genera dudas en el mercado.
  • Lo mejor: la relajación del balance gracias a la venta de buena parte del negocio inmobiliario.
  • Y los ratios de solvencia, que continúan por encima de los niveles requeridos por el regulador.
  • Para seguir independiente parece inevitable un nuevo ajuste de plantilla.

El pseudoreferendum del descerebrado de Puigdemont y la amenaza constante de declarar unilateralmente la independencia fue motivo suficiente para que las entidades financieras catalanas –Caixabank y BancSabadell– experimentaran una retirada de efectivo brutal que podría haber puesto contra las cuerdas su activo corriente. El miedo a la quiebra del Banco Popular derivó en una salida de recursos que en corto plazo provocó un desequilibrio patrimonial preocupante. Este desequilibrio, del que sin embargo no tenemos datos concretos a través de una redefinición del secreto bancario, se reflejaba en un patrimonio neto negativo y una tensión en tesorería insoportable. Liberbank ha tenido un miedo atroz a seguir esta deriva en la publicación de sus resultados periódicos, no fuera a ser que los inversores y depositantes empezaran a ver que la debilidad de su actividad pudiera convertir a la entidad en una secuela de la novela 'Crónica de una Muerte Anunciada'. Y de momento no va mal encaminada. Por suerte, los tiempos han jugado a su favor, al menos de momento, y en esta ocasión los resultados del tercer trimestre se apoyan en la venta de una parte importante del negocio inmobiliario que ha destensado su balance y ha liberado recursos, externalizando la gestión de un área de especial, riesgo que consumía de manera importante recursos propios. La reacción no se ha hecho esperar: la cotización de la entidad experimentó una recuperación importante. La confianza es un grado de especial relevancia y en el caso de una entidad que nace de un conjunto de entidades intoxicadas es algo totalmente imprescindible. No obstante, el proceso de recálculo de provisiones con el nuevo modelo en base a la nueva estrategia del grupo ha derivado en un aumento de los niveles de cobertura hasta el 50% de los activos deteriorados, lo que ha conllevado a una reducción importante de la partida Préstamos y anticipos del activo del balance. La reducción de los créditos morosos también ha explicado la reducción de esta partida. En base a ello, el patrimonio neto del grupo se ha visto reducido en -334 millones de euros en el trimestre, si bien, el pasado 9 de octubre la Junta General de Accionistas, aprobó una ampliación de capital, por un importe máximo de 500 millones de euros, que se llevara? a cabo en el plazo máximo de un año desde la fecha de la aprobación. Veremos la capacidad del mercado para absorber tal emisión de capital, sobre todo porque los resultados ofrecidos de su actividad típica no son para tirar cohetes. Por cierto, la entidad ha confirmado este martes que el Consejo de Administración acudirá en bloque a la ampliación, así como los principales accionistas del banco. No obstante, a pesar del esfuerzo en saneamientos, las ratios de solvencia se mantienen por encima de los niveles requeridos regulatoriamente. Al menos una buena noticia, porque sus datos de actividad no resultan atractivos. En concreto, su margen de intermediación deja unas cifras iguales a 303 millones de euros, cifra que contrasta con los 339 del mismo periodo del ejercicio anterior. En ello tiene mucho que decir la reducción de los ingresos por intereses y rendimientos asimilados, un importe inferior del 18%. Además, el margen bruto refleja una cifra igual a 500 millones de euros, un 32,9% menos respecto a los 744 millones de euros. Finalmente, el margen de explotación queda establecido en 182 millones que, respecto a los 418 millones del mismo periodo del ejercicio anterior supone una caída de más del 56,4%. Un resultado negativo de 314 es la guinda del pastel. Con esta fotografía mucho tendrá que hacer su departamento de comunicación para conseguir sanear la entidad con atractivos inversores. En alguna medida, sus datos invitan a una necesidad de ajuste importante no sólo de balance, sino especialmente de actividad, donde realmente tiene sus problemas. Y en ello, créanme, mucho tendrá que decir el ajuste de personal con la idea de cambiar estructuras y la posibilidad de acceder a nuevos mercados competitivos, donde mucha presencia debe tener el ámbito tecnológico. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com