• El negocio bancario constituye, sólo, el 48% del negocio.
  • BPI hace que deje de pensar en Liberbank.
  • El BPI provoca que Caixabank deje de pensar en cualquier operación en España. ¿O no?
  • Problema: nadie vive de la reducción de gastos de forma permanente.
  • Si el margen de interés cae un 10% es peligroso que el beneficio bruto suba un 79%.
Resultados del primer trimestre en el tercer banco español, Caixabank. Coincide esta rendición de cuentas con la Junta General de Accionistas de Caixabank, celebrada en Barcelona en la mañana del jueves 28 de abril. El portavoz es el consejero delegado, Gonzalo Gortázar (en la imagen), quien habla del pujante negocio de Seguros, fondos de inversión y planes de pensiones. Es decir, todo operaciones fuera de balance, porque lo cierto es que el margen de intereses se reduce un 10% y las comisiones (sobre todo de fondos) ya no dan para mucho más. Esta es una de las claves de las cuentas del primer trimestre. Oiga, ¿cómo es que es posible que con caída del margen de intereses del 10,4% el beneficio bruto se dispare hasta el 78%? (sin el efecto de los créditos fiscales el resultado consolidado cae un 27%). Es verdad que en el medio hay crecimiento del ROF (muy fuerte, "aunque menos que en otras entidades, me aclara Gortázar), menos dotaciones para previsiones (es verdad que la mora ha descendido y que se ha provisionado demasiado durante los años de crisis, pero debe quedar claro que ningún banco puede vivir, permanentemente, a costa de una reducción de gastos sin que se dé aumento e ingresos. Y todo ello mientras, no lo olvidemos, baja la rentabilidad. Es verdad que en tasa anual sube el ROE, la rentabilidad sobre fondos propios, pero la pregunta, que se formula a Gortázar, es si para vender seguros y fondos es necesaria una red de 5.183 oficinas. Sí, porque lo que Caixabank ha conseguido es mantener la banca doméstica cambiando depósitos remunerados (ya no se remunera ninguno) por fondos, seguros y planes de pensiones. Claro, así la responsabilidad queda en el cliente, y se vive, no de intereses, sino de comisiones (lo que se dice la arabización de la banca, dado que El Corán prohíbe la usura pero no las comisiones). Ahora bien, coñas aparte, eso no se consigue sin que esa red y esa plantilla (32.000 empleados) vendan los nuevos productos. Y lo más importante: el gran éxito de La Caixa es que uno de cada cuatro españoles cobra su nómina por la entidad. Esa es la clave. Temas. El primero, cláusulas suelo. A ver si nos entendemos. Caixa dotó con cargo al ejercicio 2015 más de 500 millones de euros. Lo que ocurre es que el Banco de España les pidió que disfrazaran esa cantidad dentro de provisiones genéricas por una razón sencilla: otros bancos no podían realizar ese esfuerzo. Ausbanc. Gortázar asegura que sólo eran clientes publicitarios y que ya no lo son. Bueno, pero lo dicho: Luis Pineda subió porque demasiados bancos le apoyaron aunque fuera colocando anuncios en sus revistas. Caixabank, también. Opa sobre el portugués BPI. Gortázar insiste en que se trata de un buen banco, y su filial angoleña BFA también. No exactamente. De otra forma, el BCE no pondría a caldo el BFA de doña Isabel dos Santos. A Europa no le gusta que invierta tanto en deuda angoleña. En cualquier caso, el enemigo no es el BPI ni el Gobierno de Lisboa, que incluso quiere que La Caixa no sólo se quede con el BPI sino con Novobanco. El problema está en Isabel dos Santos, una de nuestras peores ciudadanas, porque es la mujer de un tirano; una de las mujeres más ricas del mundo gracias al petróleo en un país donde muchos ciudadanos viven con dos dólares al día. Este es el problema. Gortázar habla de salir a bolsa para recapitalizar la entidad y rentabilizar la inversión. Eso está bien, pero el problema de doña Isabel dos Santos sigue pendiente. Más. La alianza con Mutua va bien, Al menos por ahora. Alianza en Segurcaixa Adeslas, donde Mutua pagó 1.000 millones de euros por mandar. Sí, pero sorprende que no se amplíe la colaboración. Por ejemplo a automóviles. No a Vida porque allí, de la mano de Tomás Muniesa, La Caixa es muy fuerte. Por cierto, Gortázar cifra en el 75% los clientes de Adeslas que se distribuyen a través de la red de oficinas de Caixabank. En resumen, lo cierto es que con todos los cambios legales, regulatorios y de negocio que ha experimentado la banca española, y en particular las cajas de ahorros, ya no sabemos si Caixabank es un banco, una caja, una aseguradora o una gestora de fondos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com